Los intentos anteriores de desarrollar armas inteligentes se han ido estancando a lo largo de los años debido a las presiones del lobby de las armas, que teme regulaciones gubernamentales en contra de la segunda enmienda.
Las pistolas inteligentes personalizadas, que solo pueden ser disparadas por usuarios verificados, podrían finalmente estar disponibles para los consumidores estadounidenses después de dos décadas de dudas sobre su fiabilidad y de la preocupación de las regulaciones gubernamentales.
La empresa LodeStar Works, que lleva cuatro años trabajando en esto, presentó el viernes su pistola inteligente de 9 mm a sus accionistas e inversores. Agentes de la ley ya están probando este nuevo producto (mucho menos impresionante que estos lásers).
El cofundador de LodeStar, Gareth Glaser, afirma que el gran número de niños que se disparan sin querer cuando juegan con las armas de sus padres fue lo que les llevó a crear este tipo de pistolas inteligentes.
Las pistolas inteligentes, efectivamente, podrían evitar estas tragedias gracias a la tecnología que permite autentificar la identidad del usuario y desactivar el arma en caso de que otra persona intente dispararla.
La empresa explica que también podrían reducir los suicidios, inutilizar las armas perdidas o robadas y ofrecer seguridad a los agentes de policía y a los guardias de las cárceles que temen los asaltos con armas a las prisiones.
El problema es que los intentos anteriores de desarrollar armas inteligentes se han ido estancando a lo largo de los años debido a las presiones del lobie de las armas y a la Asociación del rifle americana, una de las más fuertes del país.
La pistola LodeStar, dirigida a los primeros compradores, se vendería por 895 dólares. Lo que entra dentro del precio de medio (aunque alto) de cualquier pistola de 9 mm moderna.
Glaser reconoció que la fabricación a gran escala planteará nuevos retos, pero expresó su confianza en que, tras años de pruebas y errores, la tecnología ha avanzado lo suficiente y la microelectrónica del arma está bien protegida.
La mayoría de los primeros prototipos de armas inteligentes utilizaban el desbloqueo por huella dactilar o la tecnología de identificación por radiofrecuencia, que permite que el arma se dispare solo cuando un chip del arma se comunica con otro chip que lleva el usuario en un anillo o pulsera.
LodeStar integró tanto un lector de huellas dactilares como un chip de comunicación de campo cercano activado por una aplicación telefónica, además de un teclado de PIN. La pistola puede autorizarse para más de un usuario.
El lector de huellas dactilares desbloquea la pistola en microsegundos, pero como puede no funcionar cuando se moja o en otras condiciones adversas, LodeStar ha metido un teclado para introducir un PIN como respaldo, como si de un smartphone se tratase.
Las armas que salgan al mercado podrían desencadenar una ley de 2019 en Nueva Jersey que obliga a todas las armerías del estado a ofrecer armas inteligentes cuando estén disponibles.
Cuando la empresa Smith & Wesson se comprometió en 1999 a promover el desarrollo de armas inteligentes, entre otras medidas de seguridad de las armas en un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle patrocinó un boicot que provocó una caída de los ingresos.
Fuente: computerhoy.com