Existen enfermedades que requieren el medicamento de manera directa dentro del ojo, pero los tratamientos existentes son riesgosos
La ciencia cada vez avanza a pasos más agigantados y quien imaginaría hace unos años que iba a ser posible administrar algún medicamento por los ojos mediante una inyección, pues recientemente un grupo de científicos presentó una investigación en la que descubrieron como realizar este proceso sin causar algún daño al paciente.
Se trata de una microaguja autoblocante mediante la que se podrán administrar medicamentos a la retina, protegiendo de infecciones el lugar de la inyección y es que la idea surgió de hecho de que algunas enfermedades necesitan que el medicamento ingrese por esta vía.
¿En qué consiste la microaguja para inyectar los ojos?
Este nuevo invento consiste en una aguja ultrafina que es recubierta con el fármaco y posteriormente protegida con un tapón de hidrogel, es así que una vez insertada en la retina, libera el fármaco y se adhiere al ojo para posteriormente biodegradarse en tanto que el tapón se hincha para cubrir y sellar el agujero hecho por el instrumento.
Algunas de las enfermedades que dio origen a este invento son la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética, mismas que requerían de una inyección intravítrea, que es una técnica para la que se utilizan jeringas y agujas hipodérmicas, por lo que son necesarias múltiples dosis durante un largo período.
Por desgracias estos tratamientos son muy invasivos y por consiguiente desagradables para el paciente, pues crean un agujero en el globo ocular que puede generar que las células tumorales se escapen y se propaguen a otros sitios del cuerpo, así lo indicó Ali Khademhosseini, coautor del estudio.
¿Cuándo llegarán las microagujas oculares al mercado?
Si bien esta nueva inyección, gracias a sus componentes y estructura, puede solucionar los problemas que existen actualmente con este tipo de tratamientos, hasta el momento estas sólo han podido demostrar su funcionamiento mediante la administración completa del fármaco durante 24 horas en experimentos in vitro.
Posteriormente, los investigadores inyectaron microagujas que se encontraban cargadas con un tinte púrpura en globos oculares de cerdos cultivados para demostrar que no hubiera una caída en la presión del paciente después de la inyección, debido a que el tapón cumple con su trabajo e incluso se pudo rastrear la manera en la que fármaco propaga en el globo ocular.
Finalmente, de obtener aún más resultados prometedores, los estudios podrán seguir avanzando hasta que sea autorizado su uso en las primeras pruebas y ensayos clínicos en humanos, por lo que por el momento no será posible su venta al público, pero de seguir a este paso, se espera que este sueño científico se convierta en una realidad.
Fuente: elsoldepuebla.com.mx