Su reducido tamaño hace que sea fácilmente adaptable a cualquier sistema
Un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia (UV) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha desarrollado un biosensor que detecta virus que se encuentran en el aire, en tiempo real y con un coste muy reducido, sin necesidad de marcadores químicos ni procedimientos de laboratorio.
Entre las aplicaciones de este dispositivo está la posibilidad de detectar bacterias en hospitales, escuelas o medios de transporte. Puesto que según informan estos científicos, los virus en el aire «son un factor clave en la transmisión de enfermedades infecciosas».
Cómo funciona
Los resultados han sido publicados en la revista Talanta, donde se explica el funcionamiento de estos biosensores. El método se basa en la utilización de pequeños circuitos eléctricos que funcionan como una especie de antena sensible capaz de detectar cambios ante la proximidad de una molécula, sin necesidad de añadir reactivos adicionales.
«Determinar la presencia de patógenos en el aire es vital, ya que permite tomar medidas preventivas ante amenazas como la del coronavirus en su momento, o ante otros microorganismos de alto impacto en la salud y en la economía, como los que causaron la gripe aviar o como las superbacterias hospitalarias, que se propagan con rapidez causando daños graves tanto a nivel individual como en los sistemas de salud», ha comentado David Giménez, profesor del Departamento de Química-Física de la Universidad de Valencia y uno de los autores del artículo.
«Permite tomar medidas preventivas ante amenazas como la del coronavirus»
El coste de este aparato sería de solo un euro, puesto que tiene un tamaño reducido, «lo que facilita su escalabilidad y su integración en sistemas de alerta temprana, tanto en smart buildings como en dispositivos wearables», añade el científico.
Este nuevo biosensor ha sido desarrollado como primera prueba para detectar el virus M13, aunque según el artículo, podría llegar a ser extrapolable a cualquier otro patógeno y a cualquier ambiente.
Fuente: eleconomista.es