El plástico ha pasado de ser una herramienta para facilitarnos la vida a un problema de escala mundial. Por eso, distintas soluciones han sido propuestas. La última viene desde el Reino Unido donde un inventor afirma haber creado una botella que se biodegrada en cuestión de días.
James Longcroft, de 27 años, pasó un año desarrollando una botella bautizada como “Choose Water” sobre la mesa de su cocina. El graduado de química de la Universidad de Durham, de Fulham, dice que su nuevo diseño podría ayudar a frenar los ocho millones de toneladas de plástico que se arrojan al mar cada año.
De acuerdo a Longcroft, la botella está hecha de materiales no tóxicos, sostenibles y naturales, y en esencia es una botella de papel con un forro impermeable. El forro, que es una combinación secreta de materiales completamente biodegradables, se adhiere a la envoltura de papel y crea un sello dentro de la botella. La presencia del revestimiento significa que el agua en la botella no puede alcanzar la cubierta de papel y hacer que se rompa. Pero cuando la botella se sumerge en agua o se deja en un vertedero, el papel comenzará a descomponerse, seguido por la capa interna.
El químico dijo que el proceso de biodegradación comienza «en cuestión de horas» y que la botella se descompondrá por completo en tres semanas. La delgada tapa de acero se descompondrá en aproximadamente un año. Él cree que la vida útil será la misma que el agua embotellada regular. El costo de producción de su botella será ligeramente más alto que el de una botella de plástico regular.
Water for Africa
La botella nació hace dos años cuando una firma de agua embotellada le pidió a Longcroft crear Choose Water. Las ganancias serían otorgadas a una organización benéfica llamada Water For Africa. Luego de esa experiencia comenzó a investigar el impacto que el plástico de un solo uso tiene sobre el medioambiente y decidió emprender. Ahora ha lanzado una campaña de crowdfunding.
«He enloquecido a mi prometida tratando de obtener la fórmula correcta. Fue solo un caso de experimentar. Estamos muy entusiasmados de poner nuestras botellas en las manos lo antes posible», dijo al medio inglés Evening Standard, el joven inventor. «Quiero ofrecer una alternativa al plástico. Incluso si nuestra botella es solo la mitad de un por ciento de todas las botellas usadas, eso significa millones de botellas», agregó.
Longcroft espera que sus botellas estén disponibles en las tiendas antes de fin de año, y que se vendan a aproximadamente 1.20 dólar para que se conviertan en una alternativa viable al plástico, según The Times.
También se supo que el sitio web Business Insider le pidió a Choose Water una botella para probarla, pero se negaron aduciendo que no querían que nadie se quede con la botella por temor que alguien averigüe la fórmula secreta lo que arroja algo de dudas sobre la efectividad de la botella.
Este no es el único esfuerzo por disminuir el impacto del plástico en el medio ambiente. Hace solo unas semanas, un grupo internacional de investigadores descubrió una enzima que se come las botellas de plástico. Del mismo modo, en febrero de este año, una investigadora mexicana creo un tipo de plástico biodegradable en base al nopal, una planta propia del país azteca.
Fuente: nmas1.org