Los expertos creen que la computación en la nube será clave en la recuperación económica que traerán los fondos europeos
Y, por fin, tras muchos años oyendo hablar del cloud computing, la mayoría de las empresas españolas empezó a utilizar la computación en la nube. Fue con la declaración de la pandemia y el estado de alarma, hace ya 13 meses. La situación obligó al trabajo en remoto, y con él, se generalizó el uso de las tecnologías en la nube, pues las empresas necesitaban, casi inmediatamente, unas capacidades de productividad, flexibilidad y seguridad que prácticamente ninguna se podía permitir poseer en propiedad.
Ya no hay marcha atrás, y el teletrabajo se ha configurado como algo sustancial en las empresas digitales y de servicios. Pero al mismo tiempo el panorama es distinto. La pandemia parece en vías de solución, el trabajo en remoto ya no es, en la mayoría de los casos, la única opción, y buena parte del tejido empresarial español no piensa en sobrevivir, sino en la gran oportunidad de los fondos europeos de recuperación, que aportarán a España unos 72.000 millones en ayudas directas, gran parte de ellos ligados a la digitalización. Y en esa ecuación volverá a jugará un papel fundamental el cloud. Junto al despliegue de la red 5G, es la tecnología que ejerce de médula espinal de todas las innovaciones que están por venir.
“Confluyen tecnología, cambio de mentalidad y disponibilidad de fondos: la oportunidad es histórica”, dijo Andreu Vilamitjana, director general de Cisco España. Fue en la mesa redonda ‘La computación en la nube, eje vertebrador de la recuperación económica’, organizada por Cinco Días en colaboración con Evolutio y Cisco. Coincidieron en la importancia del momento los otros tres ponentes de la mesa, Jacinto Cavestany, CEO de Evolutio; Manuel Tarrasa, Chief Information Officer y Chief Technology Officer de Prosegur; y Palmira Aldeguer, directora de Analítica Avanzada y Big Data en Liberbank. Y también estuvieron de acuerdo en la importancia del teletrabajo como desencadenante de ese mayor interés en la tecnología cloud. Pero con matices: “En Prosegur no ha sido el teletrabajo lo que nos ha llevado a apostar por la nube”, explicó Tarrasa, “sino su eficacia en los procesos internos de trabajo y cómo acelera el time to market. Así es como nos hemos dado cuenta de que la nube es el núcleo de todas las innovaciones, su puerta de entrada. Si no tienes ‘cloud’, no tienes nada”, afirmó con contundencia.
Si hablamos de innovación y computación en la nube, la gran ventaja tal vez no sea el coste, sino la velocidad, según se expuso en la mesa. “Gracias a la nube, la innovación se acelera muchísimo, y el time to market no tiene nada que ver con las estructuras tradicionales”, explicó Aldeguer. “Además, se ha roto ese miedo a lo desconocido que provocaba el uso de la nube; en los últimos tiempos se ha alcanzado una capa de madurez que hace que la tecnología cloud casi se haya convertido en una commodity”. “Lo que me sorprende es que su ritmo de adopción entre las pymes no sea más rápido, porque son las que más tienen que ganar”, comentó Tarrasa.
Riesgos en la nube
La contrapartida a la aceleración de la innovación gracias a la nube es la posible dependencia de los proveedores del servicio. Es un entorno complejo, desde la regulación hasta la política de precios, y las empresas necesitan ‘estrategia’ – una palabra que repitió con frecuencia Aldeguer- para evitar algunos de los problemas que se pueden encontrar al recurrir a los servicios en la nube. “El principal es el ‘lock in’ [la dependencia excesiva de un solo proveedor, que no puede ser sustituido sin incurrir en grandes costes]”, opinó Tarrasa: “¿Qué pasa si tienes tú tecnología en la nube con un único proveedor y de repente te sube el precio un 50%? Es necesario poner en marcha una arquitectura ‘multicloud’, es decir, que permita saltar de una nube a otra en un plazo de tiempo razonable, para protegerte de un desastre económico semejante. Es un elemento esencial de la gestión de la red”.
Vilamitjana, de Cisco, recomendó a las empresas confiar en proveedores de cloud ‘neutros’, que permitan a las empresas tener visibilidad de los procesos de extremo a extremo. La nube es realidad son varias nubes, públicas, privadas e híbridas, “un ecosistema complejo en el que es importante la automatización, pues esa complejidad escapa a la labor humana, y la visibilidad constante de cómo están funcionando la red y las aplicaciones”, teniendo en cuenta que, según la consultora IDC, se van a desarrollar 500 millones de aplicaciones en los próximos tres años. “Y no serán una herramienta del negocio, sino el negocio en sí”, remachó.
El director general de Cisco recordó que el 60% de las empresas sufren ahora un 25% de más de ciberataques. Además, la explosión del teletrabajo ha disparado el perímetro a defender. Para frenar esos ataques, la política de la empresa es tan clara como contundente: ‘zero trust’, es decir, no se confía en nada hasta que se comprueba que todo está en orden. En opinión de Tarrasa, la nube es “otro entorno en el que la ciberseguridad ha de ser gestionada de otra manera. Los proveedores te dan en este terreno un nivel altísimo, que difícilmente alguna empresa puede igualar, y con un alto coste económico. Tienen estándares ISO que tardaríamos muchos años en alcanzar”. Siempre partiendo del convencimiento de que la seguridad absoluta no existe: “Cuando yo empecé en esto, hace muchos años, ya me decían que la mejor medida de ciberseguridad era que la máquina no estuviese conectada con absolutamente nada”, bromeó Aldeguer.
El problema y la oportunidad
Para que la tecnología ‘cloud’ despliegue en España toda su potencialidad no solo hará falta inversión. La escasez de profesionales especializados ya es un problema, que, si nada cambia, se agravará. En él insistió especialmente Jacinto Cavestany, CEO de Evolutio. En su opinión, la puesta en marcha de proyectos de digitalización financiados por la UE que recurran al ‘cloud’ se puede encontrar en los próximos meses con un auténtico cuello de botella: la falta de profesionales que sean capaces de desarrollarlos. Porque, como coincidieron varios de los ponentes, faltan técnicos de computación en la nube, y la guerra empresarial por captarlos –y retenerlos- es muy intensa. “Ya faltan esos técnicos, incluso antes de la llegada de los fondos europeos”, aseguró Tarrasa, de Prosegur, “y tenemos que poner mucho énfasis en la formación interna. Los que ya tenemos han de aprender paradigmas completamente distintos, como ‘cloud’, o inteligencia artificial o el Internet de las Cosas. Y no es fácil”.
Pero, al igual que el teletrabajo despertó en muchos la conciencia de la potencialidad de la tecnología ‘cloud’, también en este ámbito puede solucionar la falta de oferta de talento especializado. Con el trabajo en remoto, las empresas pueden aspirar a captar los perfiles que necesitan con muchas menos barreras geográficas. Es, se explicó durante la mesa, una oportunidad para la llamada ‘España vacía’, en un país que destaca por su buena conectividad. “Nuestras condiciones son muy buenas”, aseguró Cavestany: “En España el sector privado lleva años apostando por la conectividad, primero con la fibra y ahora con el 5G, varios cables submarinos de datos llegan a la península ibérica y las grandes empresas de la nube van a instalar grandes data center en España. Nos podemos convertir en un proveedor de peso de tecnología ‘cloud’. Y se ha hecho un buen trabajo alrededor de ciudades como Málaga y Barcelona, pero de momento no hemos aprovechado todas las oportunidades que ofrece España para captar talento internacional”.
El ejecutivo de Evolutio se mostró preocupado por la dependencia de Europa en el uso del ‘cloud’, ante el poderío de las tres grandes compañías estadounidenses que dominan el mercado occidental: Microsoft, Google y Amazon Web Services. “Nunca es bueno que el poder se concentre en pocas manos, y estos gigantes tendrían que convivir con otros proyectos europeos, como Gaia X. Me quedaría mucho más tranquilo si los datos financieros o médicos de los ciudadanos europeos no estuviesen en manos extranjeras. Europa se ha quedado detrás de estos grandes proveedores de tecnología, y tendríamos que trabajar para defender nuestros intereses”, concluyó.
Fuente: elpais.com