Científicos de una startup de biotecnología utilizarán un modelo de organoide cerebral en la estación espacial para estudiar enfermedades neurológicas. Los hallazgos podrían proporcionar una mejor comprensión de los mecanismos detrás de la enfermedad neurológica y probar medicamentos.
El Laboratorio Nacional de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) será el lugar de un interesante experimento que involucra la creación de modelos que imitan ciertos aspectos del cerebro.
Axonis, una startup de biotecnología, recibió una subvención para este proyecto que iniciará con el lanzamiento, el próximo 1 de agosto, de la 19.ª misión de Servicios de Reabastecimiento Comercial de Northrop Grumman, en la que se viajará material para una gran variedad de investigaciones científicas.
El equipo de Axonis convertirá células madre en diferentes tipos de células cerebrales (neuronas y astrocitos, por poner un par de ejemplos). Luego, enviará cultivos de estas células al laboratorio en órbita, donde se ensamblarán en algo llamado “esferoides tridimensionales”. Esto es, básicamente, modelos de cerebro humano que pueden usarse para el modelado de enfermedades y pruebas de drogas.
“Se están ensamblando para formar este tipo de esferoide en lugar de comenzar como una célula que crece, crece y crece hasta obtener un organoide, que es un poco diferente y no puede madurar mucho”, dijo Shane Hegarty, director científico de Axonis. El equipo de investigación examinará cómo la microgravedad que se vive en la estación espacial afecta la maduración de las células cerebrales.
Los resultados, esperan los científicos, podrían conducir al desarrollo de nuevas terapias para tratar trastornos neurológicos en pacientes en la Tierra. Pero además, ayudar a acelerar el proceso de aprobación de medicamentos. Sucede que a finales de 2022 Estados Unidos aprobó una nueva reglamentación que permite a los fabricantes de fármacos realizar sus pruebas a través de otros métodos diferentes a la aplicación en humanos y animales. “Este experimento podría ayudar con eso, ya que utiliza tejido humano diseñado en lugar de modelos de roedores”, explicó Hegarty.
Por eso es que también se evaluará la capacidad de un agente terapéutico para llegar a las células dentro del ensamblaje. El equipo utilizará una terapia especial que consiste en una proteína fluorescente que se ilumina en verde cuando llega a las células. La terapia está diseñada para apuntar solo a las neuronas, por lo que cuando la carga útil regrese a la Tierra, Hegarty y el equipo evaluarán qué tan bien llegó la terapia a las neuronas. Habrá que esperar hasta entonces para conocer los resultados finales del estudio.
Fuente: elespectador