Varios años después de que se formulara la hipótesis sobre la existencia de hidrógeno metálico, científicos de la Universidad de Harvard han conseguido crearlo. El hidrógeno metálico tiene propiedades sorprendentes que lo convierten en uno de los materiales más preciosos de la Tierra.
El hidrógeno metálico ha sido creado por Thomas D. Cabot, Isaac Silvera y Ranga Dias. Además de ayudar a los científicos a comprender las cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de la materia, este material posee sorprendentes cualidades que incluyen la superconductividad a temperatura ambiente. Los trabajos se publican en la revista Science.
Se trata del Santo Grial de la física de alta presión, según Silvera. Es la primera muestra de hidrógeno metálico sobre la Tierra y cuando lo miras, ves algo que hasta ahora no existía, añade.
Para crear este hidrógeno metálico, Silvera y Dias han comprimido una muestra de hidrógeno a una presión de 495 gigapascales, que equivalen a alrededor de 35 mil 500 toneladas por metro cuadrado, superior a la presión que existe en el centro de la Tierra.
Bajo estas presiones extremas, el hidrógeno molecular sólido comienza a dividirse y las moléculas disociadas se transforman en un hidrógeno atómico que es un metal.
Estos trabajos abren una nueva ventana para comprender las propiedades generales del hidrógeno, pero al mismo tiempo abre nuevas vías a la creación de materiales revolucionarios.
Meta estable
Una de las constataciones es que el hidrógeno metálico es meta estable. Eso significa que, si suprimimos la presión, seguirá siendo metálico, algo parecido a lo que ocurre a los diamantes que se forman bajo un calor y una presión asombrosa. Incluso cuando el calor y la presión desaparecen, el diamante permanece.
Es importante determinar si el hidrógeno metálico es estable porque otras hipótesis sugieren que funciona como un superconductor a temperatura ambiente. Esto sería revolucionario, según los investigadores.
Por los sistemas actuales, se pierde alrededor del 15 por ciento de la energía durante su recorrido desde la central a una terminal de consumo, por lo que si un cable fabricado con hidrógeno metálico es usado en una red eléctrica, podría cambiar radicalmente el consumo de energía.
La supraconductividad a temperatura ambiente forma parte de los objetivos últimos de la física, según Dias. Podría revolucionar el sistema de transportes, crear trenes de alta velocidad que utilizan la levitación magnética y mejorar considerablemente los coches y los aparatos electrónicos.
Fuente: tendencias21.net / Jacqueline Charpentier