La temporada de reproducción es un período crítico para los productores de bovinos, ya que se sienta las bases para el éxito del futuro. Existen nuevos avances para este período
Sistemas reproductivos eficientes y simplificados garantizan una productividad a largo plazo, mientras que procesos ineficientes pueden llevar a resultados mediocres. En este sentido, la detección de celo y los programas de inseminación artificial juegan un papel fundamental, pero también representan desafíos significativos, especialmente para las pequeñas ganaderías. (Lea en CONtexto ganadero: Qué signos buscar y cómo analizar los celos en bovinos)
Para los productores que utilizan programas de inseminación artificial, el monitoreo de los ciclos de celo de cada animal requiere una gran inversión de tiempo. Este esfuerzo desvía a los trabajadores de otras tareas esenciales.
Mientras que las operaciones más grandes pueden permitirse personal dedicado exclusivamente a la detección del celo, en las fincas más pequeñas, los trabajadores a menudo deben dividir su tiempo entre la producción de ganado y la agrícola. Esto también requiere de trabajadores experimentados en la detección del celo.
En una investigación publicada por Beef Magazine, se menciona que los costos también aumentan debido al uso de vehículos y combustibles. Durante las temporadas de reproducción, los camiones y vehículos todoterreno deben realizar viajes diarios a los potreros, lo que incrementa el consumo de combustible.
Frente a estos desafíos, la tecnología ofrece soluciones prometedoras. Empresas como HerdDogg están desarrollando plataformas de manejo que minimizan la intervención directa. Estos sistemas monitorean al ganado a distancia, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, registrando cambios minuciosos en la temperatura y el movimiento. Esto permite alertas tempranas sobre el estado de salud y los ciclos de estro.
Los dispositivos de HerdDogg, como los aretes equipados con sensores de temperaturas y acelerómetros, recopilan y almacenan datos que se procesan mediante algoritmos de aprendizaje automático.
Según le explica Andrew Uden, CEO de HerdDogg, a Beef Magazine, “en un entorno de vacas y terneros, los algoritmos comparan las lecturas de todos los animales maduros e identifican cambios en los ciclos de celo y la salud”. Esta precisión se logra al evitar extrapolar datos de ubicaciones externas a diferentes contextos.
Para simplificar el proceso de identificación, los aretes cuentan con luces LED verdes brillantes que pueden encenderse para visibilidad cuando están dentro de un rango de 150 pies de un lecto o teléfono inteligente. Estas luces alertan a los productores sobre las hembras listas para la inseminación.
Además, los sensores de temperatura de los aretes monitorean los patrones diarios y señalan interrupciones que indican posibles problemas de salud antes de que aparezcan los signos clínicos. Similar al proceso de detección del celo, los animales enfermos se confirman encendiendo las luces de los aretes de los indicados en las alertas.
Uden afirma que, “tecnologías como la nuestra están reduciendo significativamente el tiempo y la mano de obra necesarios para la detección del celo. Además, los trabajadores menos experimentados pueden identificar con confianza las hembras en celo”.
El experto también señala el beneficio adicional de las alertas de salud tempranas, que permiten intervenciones más rápidas y efectivas.
La tecnología no solo reduce la inversión de tiempo y mano de obra, sino que también disminuye los costos de combustible y equipamiento, así como los gastos en medicamentos y tratamientos. Además, elimina gran parte de la incertidumbre en los procesos reproductivos y de crianza.
Uden concluye que “es imperativo que sigamos equipando a los productores de nuestra industria con herramientas tecnológicas que les permiten realizar su trabajo de manera más eficiente y efectiva”.
Fuente: contextoganadero.com