Una estudiante de la Universidad de Oxford ha desarrollado la primera retina sintética con tejidos blandos, a diferencia de investigaciones previas en la misma línea con materiales rígidos, abriendo oportunidades de mejora para personas con discapacidad visual. El estudio al respecto es publicado por la revista Scientific Reports.
Vanessa Restrepo-Schild, estudiante colombiana de 24 años de Oxford, empleó para ello tejidos biológicos sintéticos desarrollados en un entorno de laboratorio. La nueva retina de doble capa sintética imita el proceso natural de la retina humana, que consiste en recibir una serie de señales de luz que conforman el mundo visual (como si se tratara del filme o la película en una cámara de cine o el rollo fotográfico en una cámara analógica). Las señales dan lugar a una serie de impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro a través del nervio óptico y que ahí arriba se convierten en las imágenes que registramos.
La retina desarrollada se compone de gotitas de agua blanda (hidrogeles) y proteínas de la membrana celular biológica. «El material sintético puede generar señales eléctricas, que estimulan las neuronas en la parte posterior de nuestro ojo, al igual que la retina original», señala Restrepo.
A diferencia de otras retinas artificiales, esta consiste en cultivos celulares a partir de materiales naturales biodegradables, aumentando dramáticamente las posibilidades de que el organismo acepte el implante.
Quiero demostrar que la tecnología actual podría ser utilizada para replicar la función de los tejidos humanos, sin tener que utilizar realmente células vivas. He tomado los principios detrás de funciones corporales vitales y los ha replicado en un entorno de laboratorio con componentes naturales y sintéticos. Espero que mi investigación sea el primer paso en un viaje hacia la construcción de tecnología más flexible y biodegradable en lugar “dispositivos” duro y caros.
Ya que como menciona la científica la tecnología solo ha sido probado en el ambiente del laboratorio, el siguiente paso en el desarrollo de retinas artificiales blandas es demostrar cómo el material funciona como un implante biónico.
Miss Restrepo-Schild ha presentado una patente para la tecnología y la próxima fase del trabajo verá el equipo de Oxford ampliar la función de la réplica para incluir el reconocimiento de diferentes colores.
El estudio podría revolucionar la industria de implantes biónicos y el desarrollo de nuevas tecnologías menos invasivas que se parecen más a los tejidos del cuerpo humano, ayudando a tratar las enfermedades degenerativas oculares como la retinitis pigmentosa.
Fuente: nmas1.org