En el libro y la película “Charlie y la Fábrica de Chocolates”, el solitario fabricante de dulces Willy Wonka había logrado crear unas gomas de mascar experimentales que podían cambiar de sabor y nunca agotarse a pesar de que uno las mastique durante mucho tiempo.
Esa parece ser la inspiración detrás de la idea de un grupo de científicos japoneses liderados por Naoshi Ooba en la Universidad Meiji en Japón. Los investigadores acaban de presentar en el Simposio ACM sobre Software y Tecnología de Interfaz de Usuario en Berlín (Alemania) una goma de mascar que dura para siempre y que funciona proporcionando pequeños toques de electricidad en la lengua.
El dispositivo, que no causa dolor, se llama «chicle eléctrico ilimitado» y utiliza el efecto piezoeléctrico, un fenómeno en el que algunos materiales producen carga eléctrica cuando se comprimen. Cuando una persona mastica la «goma de mascar», se produce una pequeña corriente, que engaña a la lengua para que experimente diferentes gustos.
Sabores
La goma experimental produce, por ahora, solo los sabores salado o amargo. Pero los científicos esperan extender a más sabores, ya que otras investigaciones han demostrado que, al variar el patrón y la fuerza de la carga eléctrica, es posible inducir a los cinco gustos básicos: dulce, amargo, salado, agrio, y harinoso (umami).
El equipo de Ooba ya había probado los chicles en un evento en Japón a principios de este año. De las 80 personas que probaron el chicle, casi todas reportaron haber experimentado sabores salados o amargos. Algunos dijeron que su sabor recordaba al niboshi, unas pequeñas sardinas secas usadas en bocadillos y condimentos en Japón.
La goma de mascar consiste en un elemento piezoeléctrico y electrodos, envueltos en una delgada película de plástico. Tiene un par de centímetros de ancho, como un chicle estándar. A diferencia de la goma de mascar real que se endurecen o echan a perder a los minutos, la versión eléctrica continuará estimulando las papilas gustativas durante todo el tiempo en que se le siga masticando.
Esta goma de mascar no es el primer experimento que usa electricidad para generar sabores en las bocas de las personas. A mediados de este año, un grupo de investigadores de Singapur, presentó unos palillos chinos y un bol que podían cambiar la percepción de los sabores a través de la aplicación de pequeños toques eléctricos.
Fuente: nmas1.org