La videovigilancia va poco a poco afinando sus habilidades para tenernos a todos bien controlados. Ahora, la compañía japonesa NEC anuncia un sistema que permite identificar a las personas mediante la comparación de imágenes de todo el cuerpo tomadas con anterioridad por otras cámaras, de modo que no sería imprescindible tener una imagen de la cara del sujeto en cuestión para obtener su identificación en un fotograma en concreto.
Con el sugerente nombre de “Tecnología de Reidentificación de Personas”, el sistema compara las imágenes fotográficas completas de una persona —tamaño, forma del cuerpo, ropa— para buscar las coincidencias con otras imágenes y determinar la identidad del sujeto.
De este modo, NEC asegura que es capaz de revelar la identidad de alguien incluso si la imagen es tomada desde atrás o desde un lado. También permite, según dicha empresa, reconocer a alguien en lugares donde hay muchas personas o espacios con obstrucciones visuales que impiden que se vea completamente la cara o el cuerpo de una persona.
Para ello, esta multinacional afirma que ha usado “tecnologías de análisis de imágenes y de aprendizaje profundo” combinadas con tecnología de reconocimiento facial, de modo que ha conseguido resultados de “alta precisión” que no se basan únicamente en las imágenes faciales.
Las técnicas de aprendizaje profundo se han usado, afirma la compañía, para hacer coincidir la imagen de una persona mediante la selección automática de partes de su imagen que sí registra la cámara. “La tasa de coincidencia para una persona puede llegar al 90%”, asegura NEC.
La identificación biométrica, basada en patrones obtenidos mediante el análisis de grandes cantidades de datos, encierra crecientes riesgos para la seguridad y la privacidad de los ciudadanos. Los falsos positivos, abundantes en los últimos tiempos, exigen la comprobación humana para ofrecer un mínimo de garantías.
Grupos de defensa de la privacidad como ACLU llevan años advirtiendo de que la identificación biométrica mediante cámaras, en concreto el reconocimiento facial, encierra algunos peligros tales como la vigilancia indiscriminada de los ciudadanos.
Por su parte, Big Brother Watch también lucha contra la proliferación de cámaras de videovigilancia con sistemas de reconocimiento automático, tan extendidas en el Reino Unido, y alertan que esta actividad en espacios públicos “amenaza la privacidad, la libertad de expresión y el derecho de asociación”.
Fuente: publico.es