Una investigación revela que el viento de un púlsar es la principal fuente de las llamativas emisiones de rayos X del sistema integrado por dicho púlsar y una estrella.
El sistema de PSR J1023+0038, o J1023 para abreviar, está compuesto por una estrella de neutrones con rotación ultraveloz y que succiona materia de su estrella compañera de baja masa, lo que ha creado un disco de acreción alrededor de la estrella de neutrones. Esta estrella de neutrones es también un púlsar, que emite potentes haces gemelos de radiación desde sus polos magnéticos opuestos mientras gira, lo que hace que desde la perspectiva visual de la Tierra se perciban como el haz de luz de un faro.
De entre las diversas clases de radiaciones emitidas desde el sistema de J1023, unas muy potentes de rayos X llamaron la atención desde el primer momento y, aunque se avanzó mucho en el conocimiento de J1023 gracias a varias investigaciones, todavía estaba pendiente averiguar la fuente exacta de tales rayos X.
En el nuevo estudio, realizado por un equipo de científicos de Estados Unidos, Italia y España, se ha determinado, para sorpresa de muchos, que dicha fuente es el viento del púlsar. En este contexto, se le llama viento al conjunto de partículas aceleradas hasta la velocidad de la luz y acompañadas por un chorro caótico de gas, con campos magnéticos y ondas de choque.
Para determinar esto, el equipo de investigación, integrado, entre otros, por Maria Cristina Baglio del Instituto Nacional Italiano de Astrofísica (INAF), se valió de observaciones realizadas con el telescopio espacial IXPE (Imaging X-ray Polarimetry Explorer) de la NASA así como de otras efectuadas con observatorios situados en el espacio o en tierra.
Fuente: noticiasdelaciencia.com