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Vida en la Antártida: la hallan en un lago subglacial a más de mil metros de profundidad

Vida en la Antártida: la hallan en un lago subglacial a más de mil metros de profundidad

Un grupo de científicos investigadores estadounidenses del programa Subglacial Antarctic Lakes Scientific Access (SALSA) han encontrado vida en las aguas de uno de los lagos más aislados de la Antártida. El descubrimiento es el resultado de un proyecto que ha durado años y ha exigido la perforación de una capa de hielo de más de mil metros hasta llegar a la superficie del lago Mercer, el más profundo de los cientos de lagos subglaciales del Polo Sur, donde la elevada presión y la ausencia total de luz solar dificultan sobremanera el desarrollo de formas de vida.

El equipo informó de que había logrado acceder a las aguas del lago el pasado 27 de diciembre. Para ello, tuvo que derretir casi 30 toneladas de hielo con un chorro a presión de agua caliente esterilizada. «No ha sido nada fácil», aseguró John Priscu, director de la expedición de SALSA y profesor de ecología polar en la Universidad de Montana.

Cuando la prospección llegó al aislado lago, el más profundo explorado hasta ahora en la Antártida, extrajo 60 litros de agua además de varios metros de sedimentos depositados en el fondo del lago, de unos 15 metros de profundidad. A pesar de estar a medio grado bajo cero, la alta presión a más de un kilómetro de profundidad evita que el agua se congele y fluya por el lecho, generando un entorno propicio para el desarrollo de formas de vida microscópicas.

El hallazgo ha sido considerable: alrededor de 10.000 células de bacterias por cada mililitro de agua. Una cantidad de formas de vida que ha sorprendido a los científicos de la expedición por las duras condiciones en el lago Mercer, de casi 160 kilómetros cuadrados y cuyas masas de agua están en movimiento, conectadas a las corriente subglaciales de otros lagos.

También descubrieron que el agua extraída contiene una gran cantidad de una gas aún por identificar y numerosas burbujas, y que los sedimentos rescatados contienen microfósiles que prueban esos restos fueron bañados por el océano hace más de un millón de años, según ha explicado Priscu.

Tres años después del inicio de esta expedición, la investigación aún está en una fase temprana y Priscu confía en encontrar incluso animales u organismos superiores. «Será para dentro de unos dos meses», ha declarado el científico a LiveScience, donde ha dejado patente la posibilidad de encontrar formas de vida como los tardígrados, animales microscópicos y únicos, muy resistentes a condiciones extremas, presiones desproporcionadas y capaces de sobrevivir incluso en en el vacío del espacio.

Condiciones similares en Marte o la lunas de Saturno

Este descubrimiento, ha explicado Priscu, no sólo revela una parte prácticamente desconocida de las formas de vida en le Polo Sur de la Tierra, un terreno ignoto hasta ahora. También supone un avance importante para las exploración y estudio de ecosistemas similares a éste en otros planetas y satélites del Sistema Solar.

Según los científicos, las masas de agua subglaciales de la Antártida, compuesta por unos 400 lagos soterrados por cientos de metros de hielo, son muy similares a las descubiertas en Marte o a los grandes océanos subglaciales descubiertos en las expediciones de las lunas de Saturno y Júpiter o en Plutón, donde existen las más altas probabilidades hasta ahora de encontrar vida fuera de la Tierra.

Fuente: publico.es

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