La araña bananera (Phoneutria nigriventer) es una especie típica de Brasil, Uruguay y el norte de Argentina, que se caracteriza por la presencia de cuatro ojos, dos quelíceros rojizos-esa especie de pinzas que salen de su boca- y patas peludas y gruesas.
Su gran tamaño (ocupa aproximadamente la palma de una mano) y su aspecto amenazante, junto al hecho de que el nombre del género Phoneutria significa asesina en griego, lleva a que sea una araña bastante temida, aunque no es tan peligrosa como parece. Sí que es cierto que provoca muchos accidentes al año, ya que suele vivir en zonas pobladas por humanos, especialmente en plantaciones de banana, donde a menudo pica a los trabajadores. Sin embargo, la mayoría de estas picaduras suelen responder bien al antídoto, sin dejar efectos secundarios. De hecho, muchos casos ni siquiera requieren la administración del anti veneno, siendo sobre todo los niños los que sí deben someterse el tratamiento. Tampoco se han reportado muchas muertes, aunque sí algunas, también niños en su mayoría.
Entre los síntomas provocados por el veneno se encuentran los problemas respiratorios, que en ciertas ocasiones pueden terminar en asfixia, sudoración, taquicardia, parálisis y algo muy peculiar: una dolorosa erección de varias horas, que puede incluso llegar a provocar impotencia. Lógicamente, nadie quiere eso, pero un poquito de esa erección podría ser una bendición para los que padecen disfunción eréctil. Por eso, desde principios de la década de los 2000 se ha investigado cómo podría producirse un fármaco basado en este veneno, explotando la capacidad de estimular la excitación sexual, pero sin efectos secundarios. Finalmente, un estudio recién publicado en Journal of Sexual Medicine describe el funcionamiento de este fármaco, que ha dado lugar a muy buenos resultados en ratones, sin generar efectos secundarios.
Lo que una araña venenosa puede hacer por ti
Puesto que dejar que la araña pique a los pacientes antes del acto sexual podría ser un poco incómodo, especialmente por el resto de efectos generados, los autores de este estudio han sintetizado en el laboratorio el componente del veneno responsable de la erección, un péptido llamado pNPP-19.
Con anterioridad ya habían demostrado que este fármaco sintético daba lugar a buenos resultados en ratas con disfunción eréctil a causa de lesiones en los nervios cavernosos, ya que se inducía la relajación del tejido esponjoso del pene y el clítoris, mejorando el flujo sanguíneo en ellos y facilitando la erección.
Faltaba saber si era seguro utilizar el tratamiento en pacientes de riesgo, por lo que en este último estudio han repetido el procedimiento en modelos experimentales de rata y ratón, afectados por diabetes o hipertensión. Los resultados fueron un éxito, pues el medicamento pudo administrarse de forma eficaz y segura, tanto inyectándolo como por vía cutánea, a través de una crema. Sí que es cierto que esta última opción era algo peor, pues solo el 10% de la cantidad aplicada penetraba en la piel, de modo que habría que ajustar la dosis.
Además, en un segundo experimento probaron a administrar pNPP-19 junto a sildenafilo (Viagra), comprobando que conseguía potenciar notablemente los efectos de esta. Es pronto para asegurar nada, pero es posible que el futuro de los tratamientos para la disfunción eréctil esté detrás de una araña venenosa de Sudamérica. Y sin tener que ver nunca sus espeluznantes patitas ni su cara de estar tramando algo peligroso.
Fuente: hipertextual.com