La UNAM desarrolla un enjuague bucal cuya base es el propóleo, con este avance se espera beneficiar a las zonas rurales que dependen de la medicina tradicional
Científicos de la UNAM desarrollan una formula con base en el propóleo, buscan obtener un enjuague bucal que permita apoyar, en especial, a la población de las comunidades indígenas que dependen de la medicina tradicional.
Por esta investigación, los científicos de la UNAM ya fueron reconocidos a través de la Secretaría de Educación Pública, la SEP.
¿Qué es el propóleo?
El propóleo es uno de los productos más ricos de las abejas, ha tenido múltiples usos a través de los años. Algunos lo han empleado para el tratamiento de enfermedades respiratorias o digestivas, o como agente antibacteriano y cicatrizante.
No obstante, sus propiedades varían de acuerdo con su lugar de origen, por lo que los expertos trabajan en la determinación de sus componentes.
El propóleo es un material similar a la resina fabricado por las abejas a partir de las yemas de los álamos y los árboles conos. Las abejas lo usan para construir colmenas y puede contener subproductos de las colmenas.
¿Cómo emplear el propóleo en un enjuague bucal?
La experta Adriana Correa Benítez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, explica que el propóleo son resinas que las abejas obtienen de las plantas, las cuales adicionan con secreciones salivales y mezclan con cera y barro, arcilla o tierra.
Ese material, con el cual sellan agujeros o grietas en su colonia, es un agente termorregulador y también les sirve como antibiótico y protección contra los invasores.
El propóleo es una mezcla compleja con aproximadamente 500 componentes, entre ellos, los llamados flavonoides (compuestos fenólicos de origen vegetal con diversas propiedades farmacológicas), los más comunes y abundantes, además de los terpenoides, ácidos fenólicos y ésteres.
Cuando se obtiene la muestra, se identifican los componentes principales; luego se hace un estudio denominado fitoquímico y se aíslan dichos componentes en forma pura. En el laboratorio se les da el tratamiento adecuado y con el uso de disolventes (etanol y agua) se hace el preparado.
Propóleo con propiedades curativas
Los investigadores de la UNAM revelaron que durante sus investigaciones utilizaron el caso de la leishmaniasis, una afección olvidada que causa importantes heridas en la piel. En el sureste del país usan propóleo y geopropóleos para tratarla.
Encontramos que, en efecto, los componentes de esas resinas inhiben el crecimiento del diminuto parásito que causa el mal, incluso mejor que el fármaco que se utiliza para el tratamiento. Es decir, con el uso de ese producto natural es posible que los pacientes eviten llegar a la etapa sistémica de la enfermedad.
UNAM
Estos estudios son realizados por el grupo liderado por Ingeborg Becker, de la Facultad de Medicina.
Los científicos también hicieron un estudio para determinar la actividad antioxidante en más de 40 muestras de propóleo. Luego de comprobarla, se estableció que en la diabetes el estrés oxidante juega un papel esencial.
Nos enfocamos en la nefropatía (enfermedad del riñón) y encontramos que, si el propóleo se consume en etapas tempranas del padecimiento, se retarda el proceso, y eso es muy importante para evitar insuficiencia renal crónica, diálisis o trasplante de riñón.
José Fausto Rivero, investigador
Hasta ahora, los consumidores sólo tienen acceso a productos genéricos (jarabes, espray, etcétera) en diferentes concentraciones y que pueden funcionar o no para distintos usos, porque no están validados en la mayoría de los casos.
En el caso de este proyecto de la UNAM con el propóleo, la meta es proponer un preparado con propiedades antimicrobianas que se absorba adecuadamente y con eficacia terapéutica, que cumpla con los requerimientos de control de calidad y que esté acorde con la normativa establecida para su distribución al público en forma de enjuague bucal.
Fuente: tvazteca.com