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UNAM identifica siete volcanes activos en Ío, la luna más volcánica de Júpiter

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de un grupo de especialistas encabezados por el astrónomo Joel Sánchez Bermúdez, consiguió un descubrimiento sin precedentes: la detección de siete volcanes en plena actividad en Ío, una de las principales lunas de Júpiter. La investigación fue difundida en la reconocida revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y destaca por su doble innovación: la utilización del telescopio espacial James Webb y la aplicación de un sistema de análisis con redes neuronales para mejorar la calidad de las imágenes.

Ío se localiza a unos 628 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta y es considerado el cuerpo celeste con mayor actividad volcánica de todo el Sistema Solar. La interacción gravitacional con Júpiter deforma de manera constante su superficie, provocando elevaciones de hasta 100 metros. Los volcanes allí presentes no guardan similitud con los terrestres; en vez de presentar formas cónicas, adoptan estructuras semejantes a pozos con depósitos de lava en su núcleo. Gracias al estudio, fue posible cartografiar siete formaciones eruptivas y detectar regiones con posibles concentraciones de dióxido de azufre.

Para alcanzar esta resolución, el equipo recurrió a la interferometría de máscara de apertura (AMI), una técnica que fragmenta la luz en varios patrones para obtener imágenes más definidas. Aunque común en observatorios instalados en la Tierra, esta fue la primera vez que se empleó en el James Webb. El procedimiento consistió en cubrir parte de su espejo principal con una máscara metálica que permite captar detalles más nítidos del objeto en observación.

Posteriormente, los investigadores aplicaron un modelo de inteligencia artificial diseñado para depurar y reconstruir las imágenes. Las redes neuronales utilizadas corrigieron imperfecciones y lograron revelar con mayor claridad las estructuras volcánicas. Este avance no solo mejora el entendimiento de Ío, sino que representa un paso significativo en el uso de la inteligencia artificial para el análisis de fenómenos astronómicos complejos.

Fuente: msn.com

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