Luego de una serie de explosiones volcánicas submarinas, una isla de 100 metros de diámetro apareció a un kilómetro de las costas de Japón
Una isla de 100 metros de diámetro emergió repentinamente cerca de las costas de Japón. Lo que aparenta ser una combinación de agua turbia, tierra y humo es en realidad la isla más joven del mundo, resultado de la erupción de un volcán submarino cuya base se extiende por 40 kilómetros.
El Instituto de Investigación de Terremotos de la Universidad de Tokio, a través del doctor en vulcanología y profesor Fumashi Maeno, confirmó la presencia de la nueva isla japonesa. Para conseguirlo, el científico sobrevoló el área y registrar en video el proceso de formación de la isla.
El 30 de octubre, las autoridades de Japón registraron la primera erupción submarina cerca de las costas de Iwo Jima. A un kilómetro de la costa de Okinawa, en el sur, se produjeron dos explosiones freatomagmáticas acompañadas de chorros recurrentes de magma solidificado y gases. Poco después, en la región inmediata al norte de la erupción, se formó un islote compuesto de piedra pómez sin la presencia de un cráter.
Durante una explosión freatomagmática, el agua que rodea un volcán en erupción se convierte en vapor súbitamente. En el proceso, se forman burbujas de aire caliente que expulsan fragmentos volcánicos de manera violenta hacia la superficie. La lava liberada se acumula hasta que el material sobrepasa el nivel del mar, formando así una isla volcánica. La porción de tierra más famosa surgida mediante este mecanismo submarino está en Hawái.
Según los sismólogos y volcanólogos, la isla japonesa, considerada la más joven del planeta, continuará creciendo a medida que el material incandescente de su volcán siga emergiendo. A casi una semana de su nacimiento, aún se observa humo y cenizas emanando de la zona.
El cambiante archipiélago de Japón
Japón se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, donde la Placa del Pacífico colisiona con la Euroasiática. Además, su territorio está atravesado por múltiples fallas geológicas, como la Falla Itoigawa-Shizuoka y la Falla Media de Japón. Sus particulares condiciones geológicas han provocado una constante actividad sísmica y volcánica en la zona, tanto en tierra firme como en el mar. Por lo anterior, el surgimiento de islas es un evento relativamente común en el país y periódicamente se realizan censos de formaciones rocosas en el océano.
Según la Autoridad de Información Geoespacial japonesa, un total de 14,125 islas conforman el archipiélago de Japón. El censo anterior de 1987, realizado por la misma institución, solo identificó 6,852. La discrepancia en la cantidad se debe en gran medida a la erupción de volcanes marinos, el avance de la tecnología topográfica y la digitalización de mapas.
Japón ha experimentado la aparición y crecimiento repentino de islas volcánicas en el pasado. Un ejemplo es la Isla Nishinoshima, situada a 940 km del suroeste de Tokio. Durante 10 mil años fue solo un pequeño islote. Sin embargo, entre 1974 y 2013, una serie de erupciones provocó su expansión hasta alcanzar casi 3 kilómetros de diámetro mientras que su volcán se elevó 142 metros sobre el nivel del mar.
Fuente: es.wired.com