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Una investigación revela que los egipcios sufrían de algo que no cuentan los libros de historia

En el antiguo Egipto, la civilización floreció a lo largo del río Nilo, dando lugar a una de las culturas más avanzadas y respetadas de la historia. Sin embargo, esta sociedad no estaba exenta de problemas de salud. Entre las enfermedades más comunes, se encontraban las infecciones parasitarias, problemas dentales, y diversas dolencias causadas por las condiciones de trabajo y el entorno. Hoy en día, un reciente estudio ha dictaminado sobre un grupo particular dentro de esta civilización: los escribas, cuyos problemas de salud se asemejan sorprendentemente a los que enfrentan los trabajadores de oficina modernos.

Para ello, un equipo de investigadores checos ha realizado un estudio exhaustivo sobre los restos de antiguos escribas egipcios y ha descubierto que estos trabajadores sufrían de diversas patologías debido a las posturas prolongadas y repetitivas que adoptaban durante sus labores diarias. Los hallazgos son interesantes porque establecen un paralelismo entre las dolencias de los escribas y las lesiones que hoy en día se observan en los oficinistas.

El estudio fue llevado a cabo por científicos de la Universidad Carolina de Praga y el Museo Nacional de Praga, quienes analizaron los restos de 69 hombres adultos de la necrópolis de Abusir, en el Bajo Egipto. Estos individuos vivieron entre 2,700 y 2,180 a.C. De los 69 esqueletos, 30 fueron identificados como escribas, y sus restos mostraban claros signos de desgaste y enfermedades relacionadas con su ocupación.

¿Qué encontraron?

Los escribas solían trabajar en posiciones que eran físicamente demandantes, como sentados con las piernas cruzadas o en cuclillas. Estas posturas mantenidas durante largas jornadas de trabajo resultaban en lesiones en manos, muñecas, rodillas y espalda. En particular, se observó un desgaste significativo en la columna cervical y en las articulaciones de los pulgares, debido a la repetición constante de movimientos específicos.

Herramientas de trabajo

Los escribas utilizaban pinceles hechos de junco, los cuales masticaban para formar una punta adecuada. Este hábito provocaba un desgaste dental asimétrico y sobrecarga en la articulación temporomandibular. Este detalle es especialmente interesante porque muestra cómo una práctica tan específica puede tener un impacto significativo en la salud.

Degeneración articular

Se detectaron cambios degenerativos en los pulgares y en las articulaciones de los hombros y el cuello. Estas degeneraciones son muy similares a las que sufren hoy en día los trabajadores que pasan muchas horas frente a un ordenador, utilizando el ratón y manteniendo posturas incorrectas.

Adaptaciones

A pesar de no tener acceso a las modernas herramientas ergonómicas, los antiguos escribas desarrollaron ciertos remedios para mitigar sus dolencias. Es probable que utilizaran opiáceos y ungüentos hechos con barro del Nilo y aceite para aliviar el dolor.

Los escribas ocupaban un lugar destacado en la sociedad egipcia. Eran esenciales para la administración y el funcionamiento del estado, registrando excedentes alimentarios y pagos de impuestos, entre otras tareas. Su papel era tan importante que se les dedicaban textos sapienciales, como la «Sátira de los oficios», que ensalzaban las virtudes de esta profesión.

Fuente: ensedeciencia.com

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