Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) se vieron sorprendidos por un olor extraño, posiblemente tóxico, tras la llegada de una nave espacial de carga rusa.
El extraño olor, que al parecer era similar a pintura en aerosol, fue advertido por los cosmonautas rusos después del acoplamiento de la nave espacial Progress con el módulo ruso Poisk de la ISS el 23 de noviembre, lo que los obligó a cerrar la escotilla y ponerse equipo de protección.
«Después de abrir la escotilla de la nave espacial Progress, los cosmonautas de Roscosmos notaron un olor inesperado y observaron pequeñas gotas, lo que llevó a la tripulación a cerrar la escotilla de Poisk al resto del segmento ruso», explicó la cuenta en X de la Estación Espacial Internacional el 24 de noviembre.
Los depuradores de aire de la estación espacial y los sensores de contaminantes monitorearon la atmósfera de la estación después de la observación, y el domingo, los controladores de vuelo determinaron que la calidad del aire dentro de la estación espacial estaba en niveles normales, según la misma fuente.
Según Livescience.com, no está claro qué causó exactamente el olor ni cuán peligroso era. Según informes del sitio web Russian Space Web, los gases liberados eran «tóxicos». No obstante, los astronautas abrieron la escotilla el lunes (25 de noviembre) y descubrieron que el olor inusual provenía de la «desgasificación de materiales» dentro de la sección de carga presurizada de Progress, dijeron representantes de la NASA a CNN.
Fuente: europapress.es