El Pergamino del Templo, uno de los rollos más largos de los Manuscritos del mar Muerto, de más de 26 pies de largo, ha sido objeto de diversos análisis, ya que asombra su excepcional delgadez y su brillante color marfil.
Descubierto a mediados del siglo XX, este texto generó curiosidad entre los especialistas, debido a la peculiar técnica que se utilizó para su preservación.
Según un estudio publicado en la revista Science Advances, el Rollo del Templo, de más de 2,000 años de antigüedad, destaca por su forma, color y texto más nítido en comparación al resto de pergaminos.
Estos textos se realizaban en pieles de animales, cuya superficie se rascaba hasta eliminar cualquier rastro de grasa o pelo. Después, se tensaban y se ponían a secar, y en ocasiones se frotaban con sal.
En el Manuscrito del templo, la tinta se aplicó sobre el lado contrario al habitual. Está escrito por la parte del pergamino que corresponde al interior del animal, no en la cara dónde estaba el pelo como era la costumbre. Además, la superficie del manuscrito parece estar cubierta de una capa de material inorgánico.
Los investigadores encontraron una variedad de sales utilizadas exclusivamente en este texto que ha favorecido su conservación por miles de años.
“Su superficie está cubierta con una capa de minerales cuyos ingredientes exactos son atípicos de la región del Mar Muerto”, señaló Jonathan Ben-Tov, profesor de la Universidad de Haifa y experto en estos manuscritos.
De esta manera, los autores del estudio resolvieron un misterio que, durante años, nadie pudo explicar, determinando que este pergamino fue modificado mediante la adición de una capa inorgánica como superficie para la escritura.
Esta “tecnología de fabricación antigua única”, fue lo que permitió que el Rollo del Templo fuera capaz de sobrevivir en mejores condiciones, y sea tan diferente a los otros pergaminos, a pesar de ser encontrado en el mismo lugar.
Fuente: elnuevodia.com