Mide entre 52 y 120 metros de diámetro y se ha quedado a casi 7 millones de kilómetros de nuestro planeta, una distancia pequeña en términos astronómicos
Hace una semana, un asteroide pasó junto a la Tierra y nadie lo había visto venir. Lo hizo a menos de 3.000 kilómetros, una enorme cercanía en términos planetarios, pero no dejó ningún daño: el sur del Océano Índico fue el lugar al que más se llegó a acercar en un momento dado.
Ese meteorito apenas podría haber causado daños por su pequeño tamaño ya que solo medía entre tres y seis metros de diámetro. Sin embargo, la NASA sí que alertó de otro meteorito que se dirigía hacia nuestro planeta y al que había que tener vigilado: con sus 120 metros de diámetro, es más grande que un campo de fútbol.
Se denomina QL2 2020 y, tal y como ha explicado la NASA, ha pasado a menos de siete millones de kilómetros de la Tierra, una distancia relativamente pequeña en términos astronómicos, por lo que obliga a tener localizados estos objetos. De ello se encarga el sistema NEO, que vigila el espacio en busca de los asteroides de mayor tamaño.
Sin riesgo
Ese programa busca ‘objetos potencialmente peligrosos’ y el límite está estipulado a partir de los 140 metros de diámetro. Se monitorizan constantemente por los daños que pudieran provocar en caso de colisión y, por esa razón, la NASA realiza búsquedas ininterrumpidas en el espacio exterior.
La trayectoria del asteroide QL2 2020 le llevará a pasar otra decena de veces cerca de la Tierra en los próximos 30 años
Tal y como han informado desde la agencia espacial norteamericana, el meteorito QL2 2020 ha pasado a unos 6,8 millones de kilómetros de la Tierra y volverá a hacerlo próximamente en varias ocasiones. Estudiando su trayectoria estiman que se acercará otra decena de veces en los próximos 30 años, aunque será en el año 2044 cuando más cerca esté de nuestro planeta.
En ese momento, el asteroide QL2 2020 se situará a una distancia de 375.000 kilómetros, demasiados aún como para suponer un peligro, pero que habrá que monitorizar para confirmar que no se desvíe de su trayectoria, poniendo en peligro al planeta.
Fuente: elconfidencial.com