Esa noche, la luna será un 15 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante que la media de lunas que podemos ver desde la Tierra. Y, qué diablos, pese a la polémica que siempre levantan este tipo de fenómenos es una excusa fantástica para mirar al cielo. Hoy te explicamos cómo sacarle partido a este momento (casi) único.
¿Qué es una superluna?
Empecemos por el principio. La órbita de la Luna no es un círculo. Es más bien una elipse, aunque (por la interacción con la Luna y el Sol) tampoco es una elipse exacta. Eso hace que unas veces esté más cerca de la Tierra y otras más lejos.
Cuando el perigeo (el punto más cercano entre la Luna y la Tierra) coincide con una luna llena, se produce lo que vamos a ver: una superluna. Pero esta superluna es distinta al resto. Por esas irregularidades de la órbita lunar, el 14 de noviembre estaremos a unos 356.500 kilómetros de distancia de la superficie lunar.
¿Se verá muy grande?
Sí y no. Es cierto que la Luna se verá más grande de lo habitual, pero no esperéis cosas desorbitadas. Hace un par de semanas, Wicho explicaba en Microsiervos que la diferencia del tamaño aparente de la Luna el 31 de octubre (el momento en que nuestro satélite estaba más lejos) y el del 14 de noviembre (cuando esté más cerca) es tan pequeña que es casi imperceptible a simple vista.
Sobre todo, porque no podemos comparar. La Luna que podemos ver hoy no es demasiado distinta de la Luna que podremos ver mañana (ni la de pasado). La progresión diaria hace que, si no comparamos las imágenes (como en la fotografía de arriba), darnos cuenta del cambio sea difícil.
«Pues yo pensaba que era súper porque pasaban cosas raras»
Lamentablemente no, pese a que en ciertos círculos se ha escuchado mucho. Ese es uno de los problemas por los que lo de ‘superluna’ es un término «mal visto» entre la comunidad científica. La luna es, seguramente, uno de los cuerpos celestes que tienen más mitologías asociadas, pero son eso, mitologías. Las mareas sufrirán una variación de apenas dos centímetros con respecto a la última luna y no, no habrá más hombres lobo de la cuenta.
En realidad, el concepto de ‘superluna’ es un poco marketiniano y divertido. Hace un par de meses, Neil deGrasse Tyson, director del Planetario Hayden de Nueva York, confesaba que no sabía quién había sido el primero que le había llamado ‘superluna’ a esto, pero «pero si tienes una pizza de 20 centímetros, ¿dirías que es una superpizza comparada con una de 18?».
Entonces, ¿merece la pena salir a verla?
Yo creo que sí y eso que en algunas partes del globo empieza a hacer frío. Como decíamos más arriba, la ‘superluna’ es una oportunidad fantástica para animarnos con la astronomía. Incluso para introducir a los más pequeños de la familia o salir con amigos. No todo van a ser sondas espaciales. ¿Y dónde miramos? En Internet, hay muchas herramientas que nos pueden ayudar a saber cuándo y por dónde saldrá la Luna cada día en cada lugar del planeta. Vamos, que no hay excusas.
¿Cómo fotografiar la superluna?
La superluna es tan eventazo que incluso la NASA ha realizado algunas recomendaciones para tomar fotografías (como, por ejemplo, incluir puntos de referencia en la imagen). Nosotros hemos consultado a los compañeros de Xataka Foto para tener algunas claves de cara a obtener la foto nocturna perfecta.
Elige bien el lugar. Seamos sinceros, la contaminación lumínica siempre es una molestia. La Fundación Starlight tiene un catálogo interesante de lugares donde practicar el avistamiento astronómico. Pero, bueno, si no nos podemos acercar a ninguna reserva, en este caso no es excesivamente importante.
Si queremos ir un paso más allá, Google Sky Map nos puede ser de mucha utilidad para distinguir constelaciones, planetas y otros cuerpos celestes. Aunque es cierto que existen un montón de aplicaciones muy útiles para la fotografía y el avistamiento nocturnos.
Sobre cámaras, por luminosidad un buen teleobjetivo será clave para fotografiar la Luna (el zoom es importante aquí) y los compañeros de Xataka Foto nos recomiendan equipos de formato completo si nos animamos con las estrellas y los cielos estrellados: 10-24mm, 11-16mm en APS-C o 12-24 en formato completo. Además, un buen trípode y un disparador son muy recomendables. El modo BULB del disparador nos ayudará a realizar exposiciones mucho más largas de lo habitual. Con todo eso y un poco de suerte, tenemos todo lo necesario para hacer una foto como no se ha podido hacer en los últimos 70 años. No es mal plan para un lunes por la noche.
Fuente: xataka.com