Un niño pequeño se traga una pila de uno de sus juguetes y los padres se angustian porque no saben cómo sacarla. La historia es común, y muchas familias la han vivido o al menos han oído hablar de un caso similar.
La solución a este problema ahora puede haber ganado un nuevo aliado. Eso es porque los investigadores chinos publicaron en la revista Advanced Functional Materials un artículo sobre un nuevo modelo de un pequeño robot que se parece a un limo, ese juguete que parece limo. La invención, según los investigadores, podría ser útil para eliminar objetos que de alguna manera han entrado en el cuerpo de alguien, como en el caso de un objeto que es tragado por niños.
Ya existían modelos de robots similares, y los autores exploran algunos de estos tipos en el artículo. Uno de ellos está hecho de elastómero, que es básicamente silicona. Este tipo de material es interesante porque tiene una gran adaptabilidad a diferentes ambientes, pero su forma no puede ser tan maleable, haciendo que no encaje en espacios tan reducidos.
Otro tipo es el robot hecho por medio de materiales líquidos. Este modelo tiene básicamente las propiedades opuestas al de elastómero: puede ser bastante maleable, pudiendo entrar en espacios con un diámetro de 1,5 mm, pero no logra adaptarse a diversos ambientes.
Fue a partir de esta diferencia entre los dos modelos que surgió la iniciativa del estudio: desarrollar un robot que pudiera combinar alta resistencia con la capacidad de transitar en espacios diminutos.
Para combinar las dos capacidades, el método principal consistía en mezclar dos sustancias químicas —el bórax, que es una mezcla de sal con ácido bórico, y partículas magnéticas—, que luego se añadían a una especie de alcohol. Esta combinación forma la esencia de la invención.
También se realizaron pruebas para verificar la efectividad del robot cuando ingresa a diferentes ambientes. Algunos de ellos, por ejemplo, involucraron tubos diminutos de diferentes formas para ver si la pequeña sustancia pegajosa tendría problemas de tránsito. El equipo aún necesitaba probar que podía funcionar en diferentes espacios, como papel, agua, plástico e hidrogel, lo que indica su capacidad para ser utilizado en diferentes espacios.
Al tener partículas magnéticas en su sustancia, el uso principal del pequeño robot sería ayudar en la eliminación de objetos diminutos del cuerpo humano. En algunas imágenes difundidas, es como si se tragara estos materiales cuando camina sobre ellos.
De esta forma, la principal aportación de la baba magnética es, quién sabe, en un futuro ayudar a la labor de los cirujanos que se enfrenten a casos en los que los pacientes presenten cuerpos extraños. Pero además de los hospitales, el pequeño robot también puede tener otra función útil: calmar a los padres cuando se dan cuenta de que sus hijos se han tragado lo que no debían.
Fuente: titulares.ar