Restos de un equinodermo extinto de 430 millones de años han sido encontrados en un lecho fósil en Herefordshire, Inglaterra, los primeros que incluyen extremidades de tubo conservadas.
Aunque este phylum no es bien conocido por la mayoría de la gente, los ejemplos de equinodermos en sus cinco clases existentes incluyen las estrellas de mar, los erizos de mar y los lirios de mar. Lo que los distingue, aparte de una simetría multiplicada por cinco, son las protuberancias en forma de tubo que se extienden desde sus partes inferiores.
Los tubos se usan para una amplia variedad de propósitos incluyendo alimentación, intercambio de oxígeno y locomoción. La mayoría de los fósiles de equinodermos que se han encontrado no tienen estructuras de tubo debido a su naturaleza delicada, dejando a los investigadores hacer sus propias suposiciones. En este nuevo hallazgo, los investigadores encontraron que la huella de los tubos estaba intacta.
Los científicos han sospechado durante mucho tiempo que los equinodermos antiguos tenían estructuras tipo tubo similares a las que se ven hoy, pero han encontrado poca evidencia para respaldar esta idea. El espécimen implicado en este nuevo esfuerzo requirió una entrega especial después de la retirada del lecho fósil porque estaba incrustado en ceniza volcánica. Era la ceniza, por supuesto, la que preservaba las estructuras de los tubos, sellando a la criatura en una cama hermética mientras aún estaba viva.
Para estudiar el fósil, los investigadores utilizaron un molinillo para eliminar las cenizas y periódicamente tomaron fotografías en secciones transversales de la muestra. Al hacerlo, fueron capaces de construir una imagen tridimensional del fósil en su conjunto.
El equipo informa que en lugar de existir como una criatura plana, como la mayoría de los equinodermos modernos, H. disterminus tenía un cuerpo en forma de cono y tenía aproximadamente 3 centímetros de longitud. También tenía cinco placas que cubrían su cuerpo, que también sostenía las extremidades de tubo. Sugieren que los tubos eran probablemente utilizados para comer y el intercambio de gases. Observan que, a diferencia de los equinodermos modernos, los tubos de H. disterminus estaban situados en conjuntos dobles en una disposición única.
El hallazgo ha sido publicado en Proceedings of the Royal Society B.
Fuente: Europa Press