El examen con rayos X ha permitido la clasificación de un fósil de reptil marino aplanado previamente no identificado de Edgeoya, una isla deshabitada del archipiélago noruego Svalbard.
La técnica podría proporcionar en el futuro conocimientos únicos sobre la vida antigua aquí, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’ por Victoria S. Engelschion, de la Universidad de Oslo, y sus colegas.
Las técnicas de rayos X pueden ser muy eficaces para investigar restos fósiles bien conservados, pero la utilidad de estas técnicas a menudo depende de cómo se conservan los fósiles, lo que varía de un sitio a otro. En este estudio, Engelschion y sus colegas demuestran que los fósiles de la Formación Botneheia del Triásico Medio de Svalbard son especialmente adecuados para la obtención de imágenes radiográficas.
El objeto de este estudio es un reptil marino fósil cuyos restos están comprimidos y encerrados en esquisto. Vivió hace unos 240 millones de años, cuando Svalbard estaba cubierta por un océano. Tras morir, se hundió en el lecho marino y quedó enterrado en el fango, para luego quedar extremadamente aplanado con el paso del tiempo.
Excavado originalmente en 2008, la identidad de este fósil se ha debatido desde entonces. Las imágenes de rayos X del espécimen revelaron nuevos detalles, incluidas características del cráneo y los dientes que permitieron a los investigadores concluir que este reptil pertenece con toda probabilidad a la especie de ictiosaurio ‘Phalarodon atavus’.
Los autores también examinaron la mineralogía de los fósiles de esta formación, identificando múltiples formas de minerales sulfatados, entre los que destaca la baritina sulfatada, que confiere a los fósiles un contraste de rayos X muy elevado, lo que permite obtener imágenes radiográficas de gran calidad.
La formación de estos minerales es poco conocida, pero podría estar vinculada a las condiciones creadas por la antigua actividad volcánica. Así pues, este estudio no sólo demuestra la utilidad de las técnicas de rayos X para estudiar estos fósiles, sino que también identifica las condiciones que pueden formar fósiles bien adaptados a estas técnicas, en Svalbard y potencialmente en otros lugares.
Los autores añaden que «las rocas de Svalbard están repletas de reptiles marinos aplanados. Nuestro descubrimiento del excepcional contraste de rayos X significa que podemos aprender mucho más sobre estos antiguos depredadores de lo que pensábamos», destacan.
Fuente: europapress.es