Un grupo de arqueólogosestadounidenses hallaron en la antigua ciudad egipcia de Deir – el Bersha, en 1915, la tumba del gobernador Djehutynakht y su esposa. Esta tumba fue saqueada debido a las riquezas que contenía, por lo que solo se encontró en ella una cabeza momificada que posteriormente fue llevada al Museo de Bellas Artes en Boston.
El ataúd en el que se encontró la cabeza decapitada del gobernador fue considerado una obra de arte por el Museo, debido a que los jeroglíficos y la pintura que adornaban su parte superior no habían sido vistos antes. Además, fueron de utilidad a la hora de descifrar a quién pertenecía la tumba.
La edad de la cabeza, la manipulación a la que fue sometida tras diversos intentos de hallar su ADN y las condiciones climáticas bajo las que estaba la tumba, dificultaron la tarea de saber a quién pertenecía el cráneo.
Los años pasaron y la investigación se detuvo por un tiempo debido a la imposibilidad de identificar el ADN, pero en el año de 2005 se descubrió que a la cabeza le faltaban partes claves para determinar si pertenecía a un hombre o a una mujer. El doctor Fabio Nunes, extrajo un diente del cráneo con el fin de saber si el ADN era del gobernador o de su esposa, pero no tuvo ningún resultado. Esto ocurrió durante el año 2009.
El museo decidió acudir al grupo de investigación forense del FBI donde la doctora y científica forense Odille Loreille logró extraer el material genético necesario para descubrir que el cráneo pertenecía a un hombre, al gobernador egipcio Djehutynakht.
Hasta el momento se pensaba que era imposible identificar el ADN de una momia, este caso representa un gran avance para la ciencia.
Fuente: noticiaaldia.com