La nave espacial rusa, Soyuz MS-22, tuvo una fuga de refrigerante que aún está bajo estudio
Las agencias espaciales de Rusia y Estados Unidos evaluaban este jueves la gravedad de una impresionante fuga de refrigerante en una nave espacial rusa atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS), que pudo haber sido provocada por el impacto de un micrometeorito.
Las agencias espaciales de Rusia y Estados Unidos evaluaban este jueves la gravedad de una impresionante fuga de refrigerante en una nave espacial rusa atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS), que pudo haber sido provocada por el impacto de un micrometeorito.
Las agencias espaciales de Rusia y Estados Unidos evaluaban este jueves la gravedad de una impresionante fuga de refrigerante en una nave espacial rusa atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS), que pudo haber sido provocada por el impacto de un micrometeorito.
El líquido provenía de la parte trasera de la nave, atracada en el segmento ruso de la ISS. La fuga luego se detuvo por sí sola. La caminata espacial se canceló «para dar tiempo a evaluar el fluido y los posibles impactos en la integridad de la nave espacial Soyuz», dijo la NASA en un comunicado el jueves.
«Los miembros de la tripulación a bordo de la Estación Espacial están a salvo y no estuvieron en peligro durante el escape», agregó.
¿Soluciones alternativas?
Los dos cosmonautas rusos y el astronauta estadounidense llegaron a la ISS el 21 de septiembre a bordo de un cohete ruso lanzado desde Kazajstán.
Normalmente deben utilizar la misma nave para retornar a la Tierra después de seis meses, al final de su misión en marzo de 2023.
Si la nave resulta dañada, las posibles soluciones de respaldo, que no se han detallado oficialmente, podrían incluir el despacho de un nuevo vehículo.
Otras cuatro personas se encuentran actualmente a bordo de la ISS: la rusa Anna Kikina, los estadounidenses Nicole Mann y Josh Cassada, y el japonés Koichi Wakata.
Los cuatro forman parte de la tripulación Crew-5, que llegó a la ISS en octubre a bordo de una nave de la compañía espacial de la empresa SpaceX, cuyos servicios contrata la NASA.
El intercambio para que un cosmonauta ruso vuele a bordo de una nave espacial estadounidense y viceversa fue planificada durante mucho tiempo, concretándose a pesar de las altas tensiones entre los dos países.
La ISS es uno de los pocos campos de cooperación aún en curso entre Moscú y Washington desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, lanzada el 24 de febrero, y a la reacción de las potencias occidentales con la imposición de sanciones económicas.
La ISS fue lanzada en 1998 en un momento de cooperación entre Estados Unidos y Rusia, tras la carrera espacial en la que los dos países se habían involucrado durante los años de la Guerra Fría.
Fuente: eltiempo.com