Próxima Centauri b, el planeta de tamaño terrestre que orbita la estrella más cercana al Sol, puede mantener enormes áreas de agua líquida en superficie, según nuevas simulaciones.
“El mensaje principal de nuestras simulaciones es que hay una posibilidad aceptable de que el planeta sea habitable”, dijo Anthony Del Genio, un científico planetario del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA en la ciudad de Nueva York.
Del Genio también es el autor principal de un artículo que describe la nueva investigación, que se publicó el 5 de septiembre en la revista Astrobiology.
Próxima Centauri es una enana roja ubicada a solo 4,2 años luz del sol. El exoplaneta en cuestión es 1,3 veces mayor que la de la Tierra y orbita su estrella 11 días. En su estudio, Del Genio y sus colegas plantearon como conjeturas razonables sobre el exoplaneta que tenía una atmósfera y un océano en su superficie.
Próxima Centauri b orbita en la zona habitable de su estrella, lo que significa que está a la distancia justa para recibir suficiente luz estelar para mantener su superficie por encima de la temperatura de congelación del agua.
Pero esta zona es extremadamente cercana a la estrella. Por lo tanto, es probable que el planeta esté bloqueado debido a fuerzas gravitatorias. Esto significa que el mismo lado de Próxima Centauri b siempre se enfrenta a su estrella principal, al igual que la luna siempre muestra el mismo lado de la Tierra.
Las simulaciones previas publicadas en un artículo de 2016 en la revista Astronomy & Astrophysics modelaron una atmósfera hipotética en Proxima Centauri y sugirieron que el hemisferio que mira a la estrella sufriera un calor asfixiante y el lado opuesto quedase congelado. Por lo tanto, solo un círculo de mar cálido intermedio podría existir en Próxima Centauri b, un escenario que el equipo de Del Genio llama ‘Tierra globo ocular’.
Pero las nuevas simulaciones han sido más exhaustivas que las anteriores; también incluían un océano dinámico y circulante, que podía transferir calor de un lado del exoplaneta al otro de manera muy efectiva. En los hallazgos de los investigadores, el movimiento de la atmósfera y el océano se combinan de modo que “aunque el lado nocturno nunca ve luz de su estrella, hay una banda de agua líquida que se sostiene alrededor de la región ecuatorial”, dijo Del Genio a Live Science.
Él comparó esta circulación de calor a los climas costeros de nuestro propio planeta. La costa este de EE. UU. es más cálida de lo que sería de otra manera, dijo, porque la corriente del Golfo lleva agua tibia desde los trópicos. En California, por el contrario, las corrientes oceánicas traen agua fría desde el norte, y la costa oeste es más fría de lo que debería por su latitud, añadió Del Genio.
El equipo ejecutó 18 escenarios de simulación en total, observando los efectos de continentes gigantes, atmósferas delgadas, diferentes composiciones atmosféricas e incluso cambios en la cantidad de sal en el océano global. En casi todos los modelos, Próxima Centauri b terminó teniendo mar abierto, que persistió en al menos una parte de su superficie.
“Cuanto mayor sea la fracción del planeta con agua líquida, mayores serán las probabilidades de que si hay vida allí, podamos encontrar evidencia de esa vida con telescopios futuros”, dijo Del Genio.
Fuente: europapress.es