El número pi, representado con la decimosexta letra del alfabeto griego (π) y que relaciona el perímetro de una circunferencia con la amplitud de su diámetro, es una de las constantes matemáticas más comunes en las ecuaciones de la física, junto al número e.
Hace 30 años que el físico estadounidense Larry Shaw bautizo al 14 de marzo (3/14 según escribirían los británicos) como Día de Pi, ya que la fecha coincide con las tres primeras cifras de esta proporción de infinitos decimales (3,141592…).
“Aunque escribamos todas las cifras de Pi sobre un papel, nunca habrá suficiente espacio para registrarlas al completo», explicaba en una entrevista a Sinc Daniel Tammet, escritor británico que consiguió recitar sin fallos 22.000 decimales de este número y autor del libro La poesía de los números.
Según Clara Grima, presidenta de la comisión de divulgación de la Real Sociedad Matemática Española (RSME), cualquier número es interesante. Aún así, el número pi sigue fascinando a los matemáticos al tratarse de una proporción que aparece al medir los círculos, pero también en problemas clásicos de probabilidad geométrica como la aguja de Buffon. “Es un número fascinante por su aparición en gran cantidad de experimentos y por su historia, ¡al principio no se sabía calcular!”, exclama Grima.
Sin π no soy nada
Por segundo año consecutivo, Clara Grima participa en la organización del certamen Sin π no soy nada, un concurso de proyectos creativos ideado por la RSME en los que pi es el principal protagonista. Gracias a sus tres modalidades, participan alumnos de cualquier nivel educativo: los niños de primaria dibujan cómics, los de secundaria escriben relatos y los jóvenes de Bachillerato compiten a través de la edición de vídeos. Además, también existen categorías para docentes y artistas de todas las edades.
“Necesitamos matemáticos, pero también ingenieros, biólogos, físicos, médicos…”, reclama Grima. El objetivo de Sin π no soy nada es dar un empujón a la vocación científica tecnológica. Por ello, el concurso no tiene nada que ver con problemas matemáticos, sino con la creatividad de los participantes.
“Lo que queremos es que hablen de pi, no importa si es el nombre de un personaje o si el protagonista odia las matemáticas pero lleva esta letra en la camiseta, es irrelevante. Así todos los niños que no tienen interés en acudir a una olimpiada matemática, por ejemplo, estarán relacionando esta ciencia con algo que les gusta hacer”, explica la experta.
Hay muchas otras anécdotas que se relacionan con el número pi. Recordamos algunas de ellas en su día grande.
En la gran pantalla…
Pi es la clave cómica en el cortometraje Pipas, dirigido por Manuela Moreno y nominado en 2014 al Goya al Mejor Corto de Ficción.
El hombre que conocía el infinito cuenta la historia del matemático indio Srinivasa Ramanujan antes de ser admitido en la Universidad de Cambridge. Haciendo frente a prejuicios raciales y en el contexto de la Primera Guerra Mundial, el protagonista se convierte en todo un experto en la ciencia de los números. Jesús Guillera, matemático español, trabaja sobre las fórmulas de pi que guardan paralelismos con los de Ramanujan.
“Los decimales de pi se van obteniendo por grupo. Lo más importante de las fórmulas para obtenerlos no es su función, sino que forman una nueva familia para la que no se tiene explicación sobre su existencia”, explicaba a Sinc Guillera.
… y en la no tan grande
Hasta en la serie de animación Los Simpson se simpatiza con este número, aterrando a la comunidad científica de Springfield con una simple afirmación: pi es 3.
Una difusa verdad científica por decreto
En 1888, el médico Edward Johnston Goodin, de Indiana, proclamó un supuesto descubrimiento en el que conseguía cuadrar los círculos y demostraba, según sus cálculos, que pi era en realidad 3,2. El 5 de febrero del mismo año el proyecto fue aprobado por unanimidad en la cámara de Representantes de Indiana, con 67 votos a favor y ninguno en contra.
M zero, la enorme máquina para ampliar la cifra
A principios de los noventa, los hermanos David y Gregory Chudnovsky fabricaron una máquina a la que bautizaron M zero y que les permitió batir el récord mundial del momento sobre el cálculo de pi, con más de 2.000 millones de decimales. Por problemas con la Universidad de Columbia, en la que trabajaban ambos, la hazaña se logró en su propio apartamento, en Nueva York.
El Edificio Costillares del IETcc, un guiño a las matemáticas
En 1951 y bajo la supervisión de Eduardo Torroja, ingeniero de caminos y director del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc, en Madrid), los arquitectos Manuel Barbero y Gonzalo Echegaray proyectaron la sede de esta organización, el Edificio Costillares. Su planta presenta una forma poco habitual: π, la decimosexta letra del alfabeto griego. Conviene recordar que el padre del ingeniero, Eduardo Torroja y Caballé, fue un importante matemático y geómetra.
El día pi por excelencia
El 14 de marzo a de 2015 a las 9 horas, 26 minutos y 53 segundos de la mañana, fue el día 3.14.15 9:26:53, la primera vez que este día internacional llegaba a los 9 decimales. Sin embargo, el record lo sostiene la primavera de 1592, a las 6:53:58, con 12 dígitos.
Pi World Ranking List: recitando decimales infinitos
El 21 de octubre de 2015, Suresh Kumar Sharma, un joven de Jaipur (India), pronunció 70.030 de los decimales de esta proporción matemática. Con tan solo 21 años, ocupó el primer puesto en la Pi World Ranking List: la lista que recoge los datos de las 1256 personas que más cifras de pi han recitado.
Y el récord de las computadoras
En la actualidad, el récord en la obtención de decimales de este peculiar número recae en el experto en computación y físico de partículas suizo Peter Trueb. En noviembre de 2016, Trueb encontró 22.459.157.718.361 números posteriores al punto decimal completamente verificados.
Fuente: SINC