El origen de partes del cuerpo como las muelas del juicio, el apéndice o el músculo palmar largo
Los rasgos vestigiales en los humanos son aquellas partes u órganos del cuerpo que han perdido la totalidad o la mayor parte de su función original a través de la evolución. Xataka ha recogido en un reportaje ocho de estos rasgos.
Músculo palmar largo
El músculo palmar largo (Palmaris longus) es un pequeño tendón entre el flexor radial del carpo y el flexor cubital del carpo, aunque no siempre está presente. Está ausente en aproximadamente el 14% de la población. Se cree que este músculo hacía su función en la locomoción arbórea de los primates, pero actualmente no tiene ninguna función, ya que no proporciona más fuerza de agarre.
Apéndice
El más famoso de estos rasgos vestigiales es el apéndice, si bien su presencia en esta lista es discutible. Darwin sugirió que el apéndice era usado para digerir hojas como primates. Puede ser un órgano vestigial, un bagaje evolutivo o algo que los antiguos humanos han ido degradando con el curso de la evolución. Otras teorías apuntan a que puede ser un reservorio de bacterias que forman parte del proceso de digestión.
Órgano vomeronasal
El órgano vomeronasal es una especie de segundo sentido del olfato, localizado entre el septum y la parte superior del paladar, muy frecuente en reptiles pero que va perdiéndose en los mamíferos, incluido en los humanos. Algunos científicos creen que en los humanos el órgano vomeronasal no es funcional como en el caso de otros animales. Estos científicos creen también que en humanos adultos no existe conexión entre el órgano y el cerebro. Sin embargo, existen evidencias en las que se sugiere que el órgano vomeronasal no se atrofia y permanece funcional durante toda la vida de una persona.
Coxis
El coxis es la última pieza ósea de la columna vertebral y el vestigio de una cola que, en el caso de los embriones humanos, aparece hacia el final de la cuarta semana del desarrollo embrionario para desaparecer en el inicio de la octava semana.
Tubérculo de Darwin
El tubérculo de Darwin es un engrosamiento cartilaginoso del borde de la oreja (hélix) presente en muchos seres humanos, y es vestigio de la punta de la oreja común en mamíferos. Aparece en fetos con 5 a 6 semanas de gestación.
Muelas del juicio
Las muelas del juicio son terceros molares vestigiales que los homínidos usaban para ayudarse a masticar el tejido vegetal. La teoría general es que las calaveras de los primeros homínidos tenían mandíbulas más largas con más espacio para las muelas del juicio, que ayudarían a masticar el follaje compensando la incapacidad de digerir eficientemente la celulosa.
Plica semilunaris
La plica semilunaris es un pliegue pequeño de la conjuntiva en el canto interno del ojo. Funciona durante el movimiento de los ojos, ayudando a mantener el drenaje lagrimal a través del saco lagrimal, y permitiendo una mayor rotación del globo ocular, ya que sin la plica la conjuntiva se uniría directamente al globo ocular, restringiendo el movimiento.1 Se trata de un vestigio remanente de la membrana nictitante (el ‘tercer párpado’) que se dibuja a través del ojo de la protección, y está presente en otros animales como aves, reptiles y peces.
Reflejos
No es un órgano, pero un vestigio son los reflejos como el de prensión, que se caracteriza por el cierre de la mano en torno a cualquier objeto que toque su palma. Con el tiempo evolucionará hacia una actividad voluntaria.
También se cree que la piel de gallina puede ser un vestigio. Los gatos, por ejemplo, erizan su cabello cuando se ven amenazados, por lo que podría ser una manera de manifestarse de nuestro sistema nervioso.
Fuente: 20minutos.es