Científicos de la universidad de Princeton han extraído núcleos de hielo con una edad estimada de 2 millones de años, procedentes de la Antártida, los cuales proporcionan las primeras observaciones directas del clima terrestre en una época en que los peludos antepasados primitivos de los humanos modernos aún deambulaban por el planeta.
Las burbujas de aire atrapadas en los núcleos (los más antiguos recuperados hasta la fecha) contienen muestras impolutas de dióxido de carbono, metano y otros gases que sirven como “instantáneas” de condiciones y temperaturas atmosféricas prehistóricas. El trabajo se publicó en la revista Nature. Los núcleos fueron recogidos en la remota zona de Allan Hills, en la Antártida.
Yuzhen Yan, el primer autor del estudio, explica que debido a que el hielo fluye y se comprime con el paso del tiempo, los núcleos continuos de hielo solo se remontan a unos 800.000 años. Los que su equipo consiguió son como escenas obtenidas de una película muy larga que no muestran todo el film, pero que sí nos dan una idea general del argumento.
No se aprecia cómo cambiaban las cosas continuadamente, pero se tiene una buena idea de los grandes cambios que sucedieron con el paso del tiempo.
Los núcleos de hielo estudiados son mucho más antiguos que los obtenidos en 2015, de 1 millón de años, el récord vigente. Los núcleos se dataron midiendo los isótopos del gas argón atrapado en las burbujas del hielo.
El análisis de los nuevos núcleos proporciona información sobre cómo emergió el actual ciclo glacial. Hasta hace unos 1,2 millones de años, las edades del hielo de la Tierra consistían en glaciares más pequeños y delgados que iban y venían cada 40.000 años en promedio.
Pero después de lo que se denomina Transición del Pleistoceno Medio, emergió nuestro actual mundo, caracterizado por ciclos glaciales más fríos y largos de 100.000 años. Los dos periodos se denominan, respectivamente, 40k y 100k.
Algunas teorías actuales decían que el mundo del 100k, que incluye la última era glacial, que finalizó hace 11.700 años, se produjo debido a un descenso a largo plazo del dióxido de carbono atmosférico. Pero los investigadores han descubierto que esto no es así: el CO2 promedio fue relativamente constante en los mundos 40k y 100k. Si bien las temperaturas más bajas y los niveles de CO2 del mundo 40k fueron mayores que los puntos bajos del mundo 100k, los niveles más altos de ambas edades fueron similares.
Por otro lado, la cantidad de CO2 que presenta ahora la atmósfera alcanza las 400 partes por millón, unas 100 partes por millón más que los niveles más altos del mundo 40k. Estamos viendo niveles de CO2 no observados en 2 millones de años. Habrá que intentar retroceder aún más en el tiempo.
Fuente: noticiasdelaciencia.com