Análisis de las muestras del asteroide Ryugu traidas a la Tierra revelan lo que sus descubridores creen que pueden ser los sólidos más antiguos del Sistema Solar disponibles hasta ahora para su estudio.
El trabajo –publicado por científicos de la Universidad de Tohoku en Nature Communications– se centró en granos minerales esféricos, denominados objetos similares a condrúculas e inclusiones ricas en calcio y aluminio (CAI). Estos granos son componentes clave de los meteoritos condríticos, que llegan a la Tierra desde el cinturón de asteroides sin haber sido modificados por procesos, como la fusión, que pueden afectar a otros meteoritos.
Las muestras de Ryugu brindaron a los científicos la oportunidad de estudiar material recién recogido de un asteroide que, en el momento de la toma de muestras -junio de 2018-, se encontraba a unos 15.000.000 de kilómetros de la Tierra. Pero las sorprendentes pruebas obtenidas de las investigaciones de las muestras por parte de muchos equipos de investigación han sugerido que Ryugu se formó inicialmente mucho más lejos de la Tierra, en los confines del sistema solar.
Un hallazgo clave del análisis del grupo de la Universidad de Tohoku es que los granos de las muestras de Ryugu probablemente fueron transportados en círculos cada vez más amplios desde las regiones interiores del sistema solar primitivo hasta la región mucho más distante donde se formó el asteroide Ryugu original.
Las conclusiones del equipo se basan en parte en el análisis de la proporción de diferentes isótopos de oxígeno en las muestras. Se trata de formas de átomos de oxígeno con masas diferentes debido al distinto número de neutrones en sus núcleos. El isótopo de oxígeno-16, de menor masa, tiene un neutrón menos que el oxígeno-17 y dos menos que el oxígeno-18. Muchos de los granos de Ryugu estaban enriquecidos en oxígeno-16.
El contenido isotópico, junto con el análisis del tamaño y la composición mineral de los granos, llevó a los investigadores a sugerir su origen antiguo y su probable transporte hacia las regiones lejanas del sistema solar, donde pasaron a formar parte de un cuerpo que luego se fragmentó para formar el asteroide Ryugu.
«Ahora queremos analizar más de estos sólidos más antiguos del sistema solar en Ryugu, para intentar comprender los mecanismos que subyacen al transporte radial hacia el exterior en la nebulosa solar primitiva», afirma en un comunicado el geoquímico Daisuke Nakashima, del Grupo de Investigación del Sistema Solar Primitivo de la Universidad de Tohoku.
Fuente: europapress.es