Un grupo de investigadores ha descubierto que el cerebro de un adicto a la heroína alberga una gran cantidad de neuronas que producen hipocretina, una molécula ligada al despertar y la vigilia que suele ser escasa en personas con narcolepsia.
Los investigadores demostraron que, al suministrar morfina –un opioide similar a la heroína– a un grupo de ratones con narcolepsia, el síntoma de cataplejía (pérdida del tono muscular) se revertía, lo que sugiere que la alteración de los niveles de hipocretina podría servir como estrategia terapéutica para tratar la narcolepsia.
Este trastorno afecta a aproximadamente 200 000 personas en Estados Unidos y se caracteriza por cataplejía y somnolencia diurna excesiva. Aunque los científicos han desarrollado tratamientos para ambos síntomas, estos no reestablecen el funcionamiento normal y pueden tener efectos secundarios poco agradables.
En estudios anteriores, Thomas Thannickal y otros investigadores habían descubierto que la narcolepsia estaba vinculada con la pérdida de neuronas productoras de hipocretina en el cerebro. Como aspecto interesante, también habían notado que el cerebro de un adicto a la heroína que participaba del estudio tenía una mayor cantidad de neuronas productoras de hipocretina que el de los otros participantes.
En este estudio, Thannickal y sus colegas continuaron su trabajo e investigaron si la abundancia de estas neuronas era característica de otros adictos a los opiáceos. Al analizar tejido cerebral post mortem de cuatro personas adictas a la heroína, descubrieron que sus cerebros tenían, en promedio, un 54 % más de neuronas de productoras de hipocretina que las personas del grupo de control.
La administración a largo plazo de morfina a un grupo de ratones provocó un aumento similar de estas neuronas, efecto que persistió durante varias semanas después de interrumpirse la administración del opiáceo. En cuanto a la narcolepsia, los autores descubrieron que suministrar morfina a ratones narcolépticos con deficiencia de neuronas productoras de hipocretina se estabilizaba el número de estas neuronas y mejoraban los síntomas de cataplejía.
Thannickal et al. sostienen que, en el futuro, se deberían hacer ensayos en humanos para determinar si se podrían usar opiáceos –o, mejor aún, nuevos compuestos similares a los opiáceos– para reestablecer los niveles de hipocretina y tratar a los pacientes narcolépticos. Además, destacan que las investigaciones futuras deberían evaluar si se podría usar la disminución de los niveles de hipocretina para combatir la adicción a los opiáceos en humanos.
Fuente: SINC