Las rocas ricas en hierro que se encuentran cerca de los antiguos lagos de Marte podrían contener pistas vitales que demostrarían que la vida existió alguna vez allí. Estas rocas, que se formaron en los lechos de los lagos, son el mejor lugar para buscar evidencias fósiles de la vida de hace miles de millones de años, dicen los investigadores.
Este estudio, publicado en el Journal of Geophysical Research, arroja luz sobre dónde podrían conservarse los fósiles que podrían ayudar a la búsqueda de rastros de pequeñas criaturas, conocidas como microbios, en Marte. Se cree que el planeta rojo pudo haber acogido formas de vida primitivas hace unos cuatro mil millones de años.
Un equipo de científicos ha determinado que las rocas sedimentarias hechas de barro compactado o de arcilla son las que tienen más probabilidades de contener fósiles. Estas rocas son ricas en hierro y un mineral llamado sílice, que ayuda a preservar los fósiles.
Se formaron durante los Periodos de Noeico y Hespérico de la historia de Marte, entre hace tres mil y cuatro mil millones de años. En ese momento, la superficie del planeta era abundante en agua, lo que podría haber apoyado el surgimiento de la vida.
Según los investigadores, esas rocas están mucho mejor preservadas que las de la misma edad que existen en la Tierra. Esto se debe a que Marte no está sujeto a la tectónica de placas, el movimiento de enormes losas rocosas que forman la corteza de algunos planetas, que con el tiempo puede destruir rocas y fósiles presentes en su superficie.
El equipo revisó los estudios de fósiles en la Tierra y evaluó los resultados de los experimentos de laboratorio que replican las condiciones marcianas para identificar los sitios más prometedores del planeta rojo, con la finalidad de explorar las huellas de la vida antigua.
Estos hallazgos podrían orientar la próxima misión móvil de la NASA al planeta rojo, que se centrará en la búsqueda de pruebas de vidas pasadas. El vehículo móvil de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (Mars 2020) recogerá muestras de rocas que serán devueltas a la Tierra para su análisis en una misión futura. Una misión similar dirigida por la Agencia Espacial Europea también está planificada para los próximos años.
El último estudio de las rocas de Marte, liderado por un investigador de la Universidad de Edimburgo, podría ayudar en la selección de los sitios de aterrizaje para ambas misiones. También podría ayudar a identificar los mejores lugares para recolectar muestras de rocas.
Mejor sitio para empezar
Sean McMahon, uno de los investigadores, explica en un comunicado que «hay muchos afloramientos rocosos y minerales interesantes en Marte en los que nos gustaría buscar fósiles, pero como no podemos enviar robots a todos ellos, hemos intentado priorizar los depósitos más prometedores en función de la mejor información disponible».
Aunque todavía no se ha podido encontrar evidencia definitiva sobre la existencia presente o pasada de vida en Marte, se ha consolidado la tesis de que en un momento de su pasado Marte ha albergado agua líquida, aumentando así la posibilidad de que haya acogido vida.
Recientemente, una investigación concluyó, gracias al análisis de las arcillas marcianas, que el agua formó ríos y lagos en el planeta rojo durante cortos períodos cálidos que tuvieron lugar en los primeros momentos geológicos de su historia.
La escala de tiempo geológica de Marte se fundamenta en tres amplias épocas, definidas por el número de cráteres de impacto de la superficie: las superficies más antiguas poseerían más cráteres. Estas eras son denominadas mediante lugares de Marte que pertenecen a esos períodos.
El periodo Noeico o Era Noeica abarca desde la formación de Marte hasta hace unos 3.800 – 3.500 millones de años. Las superficies noeicas están salpicadas de numerosos cráteres de impacto. El periodo Hespérico o Era Hespérica) abarca entre hace 3.500 y 1.800 millones de años. Esta era se caracteriza por la formación de extensas planicies de lava. El tercer periodo, Amazónico o Era Amazónica, abarca entre hace 1800 millones de años y el momento presente.
En los dos primeros momentos geológicos de su historia es donde se encuentran las rocas que puedan aportar la evidencia definitiva de vida en Marte, según esta nueva investigación.
Fuente: tendencias21.net