La emisión de protones directamente desde la superficie del Sol puede tener un fuerte impacto negativo en nuestro planeta
Los científicos advierten que en momentos en que el campo magnético de la Tierra es débil, las tormentas solares muy intensas podrían tener un efecto dramático para la vida en todo el planeta. Aunque no es posible saber cuándo podría concretarse esta combinación mortal, indican que es necesario estar alertas durante el máximo solar o pico de actividad del Sol, y que muchos eventos claves en el pasado terrestre pueden haber estado relacionados con este fenómeno.
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), desarrollado por especialistas de la Universidad Charles Sturt, en Australia, y la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida (BOKU), en Austria, muestra que misteriosas explosiones de partículas solares pueden devastar la capa de ozono en situaciones en las que nuestro campo magnético se encuentre más débil, exponiendo a la Tierra a radiación solar ultravioleta (UV) que podría poner seriamente en peligro a la vida en el planeta.
Una combinación posible
No es sencillo determinar cuándo ambos procesos, el debilitamiento del campo magnético y las emisiones más virulentas del Sol, pueden producirse al mismo tiempo. Sin embargo, en un artículo publicado en The Conversation por los autores de la investigación, los científicos sostienen que quizás algunos de los grandes eventos de extinción de especies o cambios evolutivos importantes en el pasado estuvieron relacionados con la combinación de estos fenómenos.
En este momento estamos ingresando al máximo solar, el pico de mayor actividad del Sol dentro del actual ciclo solar de 11 años. Hasta hoy solo se ha mostrado mediante un incremento en el bello espectáculo de las auroras iluminando el cielo en distintas partes del planeta, o en algunas leves interrupciones en las comunicaciones. Sin embargo, la crudeza de estas emisiones podría crecer en los próximos años: los investigadores insisten en que debemos estar alertas.
Los registros muestran que alrededor de cada 1.000 años la Tierra es golpeada por un evento extremo de partículas solares. Se trata de explosiones de protones directamente desde la superficie solar, que pueden dispararse como un reflector hacia el espacio. Este evento extremo podría causar graves daños a la capa de ozono y aumentar peligrosamente los niveles de radiación ultravioleta (UV) en la Tierra.
Eventos en el pasado
Nuestro campo magnético o magnetosfera proporciona un “capullo protector” crucial para la vida, desviando la radiación cargada eléctricamente del Sol. Sin embargo, el campo magnético cambia mucho con el tiempo. Durante el siglo pasado, el polo norte magnético ha vagado por el norte de Canadá a una velocidad de alrededor de 40 kilómetros por año, debilitándose más de un 6%. Los registros geológicos indican que han existido períodos de siglos o milenios en los que el campo geomagnético ha sido muy débil o incluso ha estado completamente ausente.
Según los científicos, el período más reciente caracterizado por un campo magnético débil comenzó hace 42.000 años y duró unos 1.000 años. Varios eventos evolutivos importantes ocurrieron alrededor de este tiempo, como la desaparición de los últimos neandertales en Europa y grandes extinciones de megafauna marsupial, incluyendo wombats gigantes y canguros en Australia.
Del mismo modo, la rápida evolución de diversos grupos de animales en la Explosión Cámbrica, hace unos 539 millones de años, también se ha relacionado con el geomagnetismo y los altos niveles de UV. La evolución simultánea de ojos y conchas de cuerpo duro en múltiples grupos no relacionados ha sido caracterizada como el mejor medio para detectar y protegerse de los dañinos rayos UV emitidos por el Sol.
Todavía estamos comenzando a explorar el papel de la actividad solar y el campo magnético en la historia del planeta, pero los investigadores concluyen que no debemos subestimar su importancia, analizando constantemente sus variaciones para poder predecir, en la medida de lo posible, cualquier cambio abrupto y potencialmente destructivo.
Fuente: techxplore.com