El potencial de la orina presenta una oportunidad ineludible para fertilizar las tierras y reducir la contaminación ambiental en el proceso, dicen los científicos
Según un nuevo estudio, la orina humana podría ser la respuesta para reemplazar los fertilizantes químicos en la agricultura y los jardines privados, ya que es más segura para el medio ambiente. Los investigadores creen que pueden haber encontrado una alternativa natural única a los fertilizantes químicos. Los fertilizantes químicos también generan emisiones del potente gas de efecto invernadero óxido nitroso, lo que contribuye al cambio climático.
Gracias a la orina
Para crecer, “las plantas necesitan nutrientes, nitrógeno, fósforo y potasio”, explica el ingeniero y coordinador del programa de investigación OCAPI. Cuando comemos, ingerimos estos nutrientes antes de “excretarlos, principalmente a través de la orina”.
Ahora mismo lo que utilizamos son fertilizantes nitrogenados sintéticos que aumentan la producción agrícola, pero si se usan en exceso, contaminan el medio ambiente. Sus precios también se están disparando, especialmente ahora con la guerra en Ucrania que inició el ruso Vladimir Putin. La invasión rusa de Ucrania ha empeorado la escasez mundial de fertilizantes que está llevando a los agricultores a la desesperación y amenazando el suministro de alimentos. Alimentar a tantos millones de personas en un mundo con un cambio climático cada vez más exacerbado, será cada vez más difícil.
¿Cómo solucionar esta crisis?
La orina humana está llena de los mismos nutrientes que las plantas necesitan para florecer. Tiene mucho más, de hecho, que el Número Dos más usado, con casi ninguno de los patógenos. Los agricultores suelen aplicar esos nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) a los cultivos en forma de fertilizantes químicos. Pero eso viene con un alto costo ambiental de los combustibles fósiles y la minería, como hemos comentado.
Los campos de soja en Argentina, por ejemplo, a menudo se fumigan con glifosato, un herbicida que probablemente sea cancerígeno según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero que es necesarias para mantener cultivos de semillas transgénicas. El primer ensayo sobre los posibles efectos del Round Up -el polémico herbicida de Monsanto que contiene glifosato- comienza el 9 de julio en EE.UU.
Eso sí, para reemplazar los fertilizantes químicos, se necesitaría muchas veces el peso de la orina tratada, por lo que hasta ahora no es una solución viable; pero sí en la que pensar. Una vez recogida la orina hay que procesarla, ya que, aunque la orina no suele ser un gran portador de enfermedades, la Organización Mundial de la Salud recomienda dejarla durante un tiempo, aunque también es posible pasteurizarla. Los beneficios de cambiar a la orina pueden superar las desventajas, como las dificultades para recolectar orina, debido al aumento del cambio climático, afirman los expertos.
El futuro
En la era de la agricultura moderna, la orina humana puede parecer una forma rudimentaria de fertilizar las plantas. Aún así, a medida que los académicos exploran formas de disminuir la dependencia de los productos químicos y reducir la contaminación, algunos se interesan cada vez más en las posibilidades de la orina.
Más allá de los beneficios prácticos de convertir la orina en fertilizante, algunos también se sienten atraídos por una idea transformadora detrás de este esfuerzo. Dicen que, al reutilizar algo que en su momento habríamos arrojado al medio ambiente, estarían dando un paso revolucionario para abordar la crisis climática y orientándonos hacia un modo de vida un poco más circular.
Fuente: muyinteresante.es