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La mirada de un robot nos emociona tanto como la humana, según una investigación

La mirada de un robot nos emociona tanto como la humana, según una investigación

El contacto visual con un robot puede tener el mismo efecto emocional en el ser humano que un cruce de miradas con otra persona, según una reciente investigación. Se prevé que en el futuro existirá una interacción muy fluida entre humanos y robots humanoides.

Los avances en robótica están acercando cada vez más a los denominados robots sociales con el ser humano. ¿Hasta dónde llegará la profundidad de esa relación? De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tampere, en Finlandia, los seres humanos podemos llegar a sentir el mismo efecto a nivel emocional cuando tenemos contacto visual con un robot que cuando lo hacemos con otra persona. Según un comunicado, el estudio predice que la relación entre humanos y este tipo de robots será cada vez más natural y fluida en el futuro.

Investigaciones previas ya han marcado que los robots sociales, aquellos que ya están programados para comunicarse con el ser humano y realizar diversas tareas de asistencia y cooperación, generan en las personas determinados sentimientos similares a los que pueden observarse en su relación con otros humanos. Por ejemplo, identifican a algunos robots como más simpáticos, sociables o inteligentes, brindándoles atributos humanos que quizás no fueron considerados al momento de su creación.

Sin embargo, los investigadores finlandeses han profundizado un poco más: en su estudio, que será publicado en la primera edición de 2021 de la revista Bilogical Psychology, realizaron pruebas experimentales para intentar determinar si el contacto visual humano-robot presenta los mismos indicadores fisiológicos que marcan las reacciones emocionales que el contacto entre seres humanos. Los resultados son sorprendentes, y marcan un futuro en el cual la robótica y la Inteligencia Artificial alcanzarán una verdadera integración con la cultura humana.

Miradas profundas

¿Por qué estudiar el contacto visual para determinar este tipo de relación? En primer lugar, los científicos indicaron que resultados de estudios anteriores han demostrado que determinadas respuestas fisiológicas ligadas a cuestiones emocionales son más potentes cuando se registra un contacto visual estrecho. En segundo lugar, dirigir la mirada hacia otra persona es un tipo de comportamiento social relacionado con la interacción normal y establecida, que incluso los robots sociales dominan en la actualidad.

Una vez elegida la metodología de estudio, los especialistas realizaron las pruebas colocando a diversos voluntarios cara a cara con otra persona y con un robot social. La persona y el robot miraron directamente al participante e hicieron contacto visual o desviaron la mirada, según cada situación. Al mismo tiempo, los expertos midieron distintos indicadores fisiológicos para poder determinar las reacciones emocionales de los voluntarios.

Por ejemplo, analizaron la conductancia de la piel, que refleja la actividad de los sistemas nerviosos autónomos. También tuvieron en cuenta la actividad eléctrica del músculo de la mejilla, ya que este dato determina reacciones afectivas de carácter positivo. Por último, estudiaron la desaceleración de la frecuencia cardíaca, un indicador clave para descubrir la orientación de la atención en cada participante.

¿Emociones artificiales?

Según los resultados obtenidos, todas las reacciones fisiológicas mencionadas anteriormente eran más intensas al registrarse contacto visual estrecho que al desviarse la mirada. Además, tanto el contacto visual con el robot como con otro ser humano mostraron elevados niveles de centralización de la atención, aumento en el nivel de excitación y respuestas emocionales positivas.

La investigadora Helena Kiilavuori, una de las científicas responsables de la investigación, indicó que “nuestros resultados muestran que las señales no lingüísticas que regulan la interacción de los robots sociales pueden afectar a los humanos de la misma manera que las señales similares presentadas por otras personas”. En ese sentido, la experta cree que a medida que se desarrolle aún más la tecnología robótica nuestra interacción con los robots sociales del futuro podrá ser sorprendentemente fluida, a niveles que hoy ni siquiera imaginamos.

Teniendo en cuenta las reacciones emocionales que generan en el ser humano, cabría preguntarse si en algún momento los robots no podrán generar sus propias emociones, en el marco de una evolución integrada entre el desarrollo humano y la Inteligencia Artificial.

Fuente: tendencias21.levante-emv.com

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