El cerio, un mineral de ‘tierras raras’, acelera reacciones importantes y desempeña otros papeles relevantes en la interacción con el cobre, el oro, la plata y el uranio.
El estudio donde se han publicado estas conclusiones tiene potencialmente amplias implicaciones para el sector y la industria de materiales.
Tierras raras
El equipo de investigación descubrió que el cerio juega un papel activo durante el reemplazo de magnetita por hematita: actúa como un catalizador que acelera la reacción; proporciona espacio para la precipitación de los minerales de valor; y promueve una retroalimentación positiva entre la reacción y el flujo de fluido, que contribuye a aumentar la dotación de metal del depósito.
Según explica el autor del estudio, Joël Brugger, de la Escuela Monash de Tierra, Atmósfera y Medio Ambiente:
Para descubrir nuevos depósitos gigantes y extraer de manera eficiente los existentes, necesitamos una comprensión mecanicista de los procesos que forman y transforman los minerales que albergan metales valiosos. Aunque más reciclaje es una parte importante del futuro de las materias primas, necesitamos más metales que la suma de los extraídos hasta la fecha para facilitar la transición a una economía libre de carbono. Los depósitos gigantes son atractivos porque pueden producir durante décadas, proporcionando seguridad de suministro a largo plazo y justificando una gran inversión para garantizar una minería sostenible.
Las tierras raras están formadas por 17 elementos químicos: escandio, itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). Aunque el nombre de «tierras raras» podría llevar a la conclusión de que se trata de elementos escasos en la corteza terrestre, algunos elementos como el cerio, el itrio y el neodimio son más abundantes. Se las califica de “raras” debido a que es muy poco común encontrarlos en una forma pura, aunque hay depósitos de algunos de ellos en todo el mundo.
Fuente: xatakaciencia.com