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La historia de Brian May, el guitarrista de Queen que colabora con la NASA

La historia de Brian May, el guitarrista de Queen que colabora con la NASA

El músico y compositor británico también es astrofísico y desde hace años trabaja con la agencia espacial estadounidense al tiempo que sigue explotando el legado musical de la legendaria banda

“Cuando me embarqué en mi carrera científica como físico en 1965, no imaginé que habría un intervalo musical de 40 años, causando un retraso en la culminación de mi doctorado en astrofísica que se completó en 2007. Pero mi pasión por el tema y mi deseo de acabar mi viaje académico no se perdieron por el camino, así que espero que esto los inspire en su propio viaje, pueden lograr lo que desean”.

Estas fueron las palabras del mismísimo Brian May, guitarrista de la legendaria banda de rock Queen, cuando fue nombrado doctor honoris causa en Ciencias por la Universidad de Hull (Reino Unido) en 2022.

Actualmente, Brian May sigue siendo una figura influyente no solo en la música, sino también en la ciencia. Tanto es así que ahora incluso trabaja estrechamente con la NASA para comprender mejor la formación y evolución de los objetos celestes.

¿Pero cómo acaba una mítica estrella del rock alejándose de los focos para meterse de lleno en la compleja tarea científica de explorar el universo?

La relación de May con la NASA se remonta a 2016 cuando la agencia espacial estadounidense lanza la sonda OSIRIS-REx para recoger rocas y polvo de la superficie de un asteroide cercano a la Tierra llamado Bennu. Desde ese momento, la contribución del músico y astrofísico británico ha sido clave en esta misión, pues ha ayudado a determinar el lugar más seguro y posible para tomar las muestras sin que la nave sufra ningún incidente.

Ahora, el guitarrista de Queen publicará junto a Dante Lauretta, experto en ciencias planetarias de la Universidad de Arizona, un libro que ha sido descrito como el primer atlas completo y tridimensional de un asteroide y que contiene imágenes y datos de este proyecto.

La misión, que se lanzó en septiembre de 2016, se prevé que regrese a la Tierra el 24 de septiembre de 2023. Se espera que traiga de vuelta “material prístino de Bennu: rocas y polvo recogidos de la superficie del asteroide en 2020” y ofrecerá a los científicos “una ventana a hace 4.500 millones de años, cuando el sol y los planetas se estaban formando”, tal y como ha asegurado la NASA.

Según la agencia espacial estadounidense, Bennu es uno de los asteroides potencialmente más peligrosos y tiene una probabilidad relativamente alta de impactar contra la Tierra a finales del siglo XXII. La misión Osiris-Rex determinará los diversos atributos de Bennu, incluidas sus propiedades físicas y químicas, que, como describe la NASA, “será fundamental conocer en caso de que se trabaje para mitigar una posible colisión”.

Además de presentar el primer atlas mundial de un asteroide, el libro de Lauretta y May incluirá imágenes tridimensionales estereoscópicas inéditas del enigmático Bennu, así como un análisis de lo que puede revelar sobre los orígenes de la vida.

En el prólogo del libro, el investigador principal en la misión OSIRIS-REx de la NASA y compañero de May describe su primer encuentro con el músico: “Brian y yo nos mensajeamos sobre la misión y mi ciudad natal de Tucson, Arizona, donde él había pasado algún tiempo”. Además, agrega: “Yo era, por supuesto, gran fan de su música y el hecho de que tuviera contacto con uno de los héroes de mi infancia fue algo increíble”.

“A medida que avanzaba la misión OSIRIS-REx, no pude evitar compartir con él algunos de los últimos avances… Para mi sorpresa, Brian mostró un gran interés por la misión. Estaba claro que no era un simple aficionado, sino un verdadero entusiasta del espacio y un defensor de la exploración espacial» añade.

Por ello, Lauretta acabó incorporando a May a la misión, quien, junto con su colaboradora Claudia Manzoni, creó imágenes estereoscópicas a partir de las originales recogidas por las cámaras del Osiris-Rex. Las imágenes de la superficie del misterioso asteroide han ayudado a los investigadores a encontrar un lugar de aterrizaje seguro para la recogida de muestras.

En relación con la misión, May ha afirmado que “ha sido, con diferencia, la exploración más exhaustiva de un asteroide hasta la fecha, y aquí están los resultados, fruto del trabajo de un enorme equipo de científicos e ingenieros de primera fila”.

“Nuestro objetivo ha sido presentar este extraordinario retrato de forma comprensible y amena tanto para científicos como para no científicos”, señaló el guitarrista y astrofísico británico.

Pero la colaboración de May con la NASA no queda ahí, puesto que ya en 2015 el músico participaba, entre otros proyectos, con el equipo de New Horizons cuando éste se sumergía en los primeros resultados de una aproximación a Plutón.

El guitarrista tuvo la oportunidad de examinar imágenes y otros datos de Plutón en tiempo real, siendo más tarde incorporado como colaborador científico por el investigador principal de la misión, Alan Stern.

Una carrera meteórica entre la música y la ciencia

Brian May (1947, Hampton, Reino Unido) crece en el seno de una familia amante de la música. Desde muy pronto comienza a tocar al piano, aunque más tarde se interesa por la guitarra. Durante su etapa universitaria estudiando física en el Imperial College de Londres conoce al baterista Roger Taylor, con quien formará la banda ‘Smile’.

Ya en 1970, ‘Smile’ se convierte en Queen cuando se une a la formación el archiconocido cantante Freddie Mercury. El grupo asciende rápidamente como una de las bandas de rock más influyentes y exitosas de todos los tiempos.

Brian May destacaría por un distintivo estilo de tocar la guitarra, así como por sus habilidades como compositor. El resto ya es historia con canciones como ‘We will rock you’, ‘Bohemian Rhapsody’, ‘I want to break free’ o ‘Don’t stop me now’.

Sin olvidar su carrera científica y alentado por sus más allegados, después de la fulgurante trayectoria de Queen, Brian May retoma sus estudios universitarios y obtiene por fin su doctorado en astrofísica en el Imperial College de Londres en 2007. Su tesis fue el resultado de su investigación sobre los patrones de movimiento del polvo en el espacio, estudiando las velocidades radiales de lo que se conoce como nube de polvo zodiacal.

Con su trabajo, el británico ha proporcionado una mayor comprensión de la distribución y el comportamiento del polvo interplanetario en el sistema solar. Además, ha aprovechado su fama e influencia para acercar la ciencia al público, participando en eventos, programas de televisión y charlas sobre temas científicos y astronómicos.

Por otra parte, también ha demostrado ser un activista comprometido con la conservación y protección del medio ambiente, así como con la defensa de los derechos de los animales. Asimismo, ha promovido causas relacionadas con la ciencia y la sostenibilidad.

Su legado como miembro de Queen y como científico sigue inspirando a miles de personas en todo el mundo. Actualmente, compagina su labor científica al tiempo que sigue explotando la vida de Queen junto a Roger Taylor y el vocalista Adam Lambert.

Fuente: muyinteresante.es

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