El terremoto del martes que causó la muerte de 155 personas en Ciudad de México y que derribó docenas de edificios fue tan destructivo debido a que la capital del país fue construida sobre un antiguo sedimento de un lago.
La animación de arriba, basada en un modelo hecho por Víctor Cruz-Atienza, profesor de Geofísica en la Universidad Nacional Autónoma de México, muestra cómo se propagarían las ondas de choque de un hipotético sismo cerca de Ciudad de México. Las zonas en rojo oscuro muestran el movimiento de tierra más fuerte.
Que el estremecimiento en esta simulación sea mayor en las partes bajas del valle de México, que contiene a la capital, y se debilite conforme se acerca a las montañas que la rodean no es una coincidencia. Las áreas rojas más oscuras que muestran las ondas de choque más fuertes delinean la forma del antiguo lago.
Los españoles construyeron la actual Ciudad de México sobre las ruinas de la capital del Imperio azteca, Tenochtitlán, que conquistaron en 1521. La ciudad azteca estaba sobre un islote en el lago de Texcoco, pero los españoles lo desecaron durante cientos de años y expandieron Ciudad de México en la nueva tierra disponible.
Ahora, la mayor parte de la ciudad descansa sobre capas de arena y barro —de una profundidad de hasta 91 metros— que estaban debajo del lago. Estos sedimentos suaves y acuosos hacen que la ciudad sea particularmente vulnerable a los sismos y a otros problemas.
Fuente: The New York Times