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Japón aprobó la creación de embriones híbridos de humanos y ratones

Japón aprobó la creación de embriones híbridos de humanos y ratones

El gobierno de Japón aprobó la solicitud de la Universidad de Tokio para realizar experimentos con embriones híbridos de células humanas y de ratón, informa The Asahi Shimbun. Los embriones se usarán para producir órganos que son lo más cercanos a la estructura humana posible. El estudio de tales órganos, a su vez, ayudará a establecer el cultivo en órganos animales más grandes que se puedan trasplantar a humanos.

Muchos experimentos, cuyo propósito es obtener nuevos conocimientos para el tratamiento de personas, se llevan a cabo en otras especies: ratones, cerdos, monos, etc. Aunque están bastante cerca del Homo sapiens en anatomía y fisiología, las diferencias son inevitables. La opción ideal sería examinar los órganos humanos, pero no en humanos.

Es posible humanizar genes individuales de animales de laboratorio, es decir, introducir una variante de un determinado gen tomado del humano y desactivar el gen homólogo del propio animal. En teoría, cuerpos completos pueden humanizarse. Para esto, es necesario que las células de las que se desarrollan sean tomadas de una persona, y el animal en sí mismo no podría formar este órgano a partir de sus propias células. Los órganos se forman antes del nacimiento, por lo que en este caso es necesario crear un embrión que contendrá tanto células humanas como células de otro tipo: una quimera.

El fin de la moratoria

En muchos países, los experimentos con embriones quiméricos no se pueden realizar o es muy difícil de lograrlo. Por ejemplo, desde el 2015 existe una moratoria sobre la financiación estatal de tales experimentos en EE.UU.

La prohibición para realizar trasplantes de embriones que contienen células humanas en el útero de cualquier persona también existía en Japón, pero terminó el 1 de marzo de este año. Ese día se emitió un decreto que dijo que los embriones descritos no tienen que ser destruidos dos semanas después de su formación, y es posible implantarlos en madres sustitutas-animales, pero no en personas.

El biólogo Hiromitsu Nakauchi, profesor de las universidades de Stanford y Tokio, aprovechó esto y solicitó experimentos con embriones quiméricos de ratón y humanos. Esa solicitud finalmente fue aprobada el 24 de julio.

Nakauchi va a introducir embriones de ratones que han sido modificados genéticamente para eliminar la capacidad de formar un órgano particular (por ejemplo, páncreas) inducido por células madre pluripotentes humanas (iPSC). Luego los colocará en el útero de la ratona y los hará crecer hasta un máximo de 14,5 días después de la fertilización.

Luego, el científico planea realizar experimentos similares con embriones quiméricos de ratas, pero con un período de gestación máximo ligeramente mayor de 15,5 días. Si todo va bien, el equipo de Nakauchi probará la tecnología en animales más grandes como los cerdos.

Experimentos anteriores

Anteriormente, los biólogos bajo el liderazgo de Hiromitsu Nakauchi crearon con éxito embriones de ratas con glándulas pancreáticas de ratones. Sin embargo, un intento de crear embriones de oveja quiméricos a partir de un páncreas humano fracasó: al final de la cuarta semana de desarrollo intrauterino, los embriones de oveja contenían solo unas pocas células humanas y no se formó el órgano deseado.

Los científicos sospechan que la razón sea que no existe una relación cercana entre ovejas y hombres. Quizás con un problema similar se enfrentará en futuros experimentos con roedores.

En cualquier caso, no vale la pena esperar a que aparezcan hombres-ratones: debido a las diferencias genéticas, el embrión quimérico no podrá convertirse en un organismo de pleno derecho y morirá mucho antes del nacimiento. Además, los científicos medirán la proporción de células humanas en el cerebro de embriones de diferentes edades, y si supera el 30%, los experimentos se detendrán.

En 2017, otro grupo de investigadores intentó crear embriones quiméricos de cerdo de rata y cerdo humano (la mayoría de las células en ambos casos pertenecían a un cerdo). Las células de roedores no se arraigaron en los embriones de cerdo, pero un cierto porcentaje de células humanas sobrevivieron. Esto da esperanza de que algún día se puedan crecer órganos humanos en cuerpos de cerdos.

Fuente: nmas1.org

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