El observatorio tiene menos memoria que muchos celulares, pero es suficiente para su funcionamiento
Con el inicio oficial de las actividades científicas del Telescopio Espacial James Webb, no solo las impresionantes y nítidas imágenes del universo han despertado la curiosidad del público, también los detalles del funcionamiento de esta impresionante obra de ingeniería que tardó más de dos décadas en construirse, con una inversión de unos 10.000 millones de dólares.
Además de haber impulsado a científicos e ingenieros para idear una forma de lanzar al espacio un telescopio doblado, por su gran tamaño, también tuvieron que cuidar los detalles para garantizar la comunicación con un telescopio a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y el almacenamiento de los datos que este ya está recopilando.
De un instrumento destinado a capturar las imágenes con mejor resolución del universo se esperaría que contara con una gran capacidad de almacenamiento, sin embargo, se ha conocido que el James Webb solo tiene un disco duro de estado sólido de 68 gigabytes (3 por ciento está reservado para datos de ingeniería y telemetría), una capacidad de almacenamiento menor a la de muchos computadores y celulares que tenemos en casa.
Sin embargo, como es de esperarse de un equipo que funciona en las extremas condiciones del espacio, expuesto a la radiación y a las bajas temperaturas a las que opera este telescopio para poder ver en el infrarrojo (alrededor de -233 °C), tiene condiciones especiales.
De hecho, precisamente por la exposición a la radiación se espera que después de los 10 años que tiene proyectados de vida útil el Telescopio Espacial James Webb, la capacidad del disco duro se reduzca a 60 GB, según dio a conocer el medio especializado en ingeniería IEEE Spectrum.
Aunque suena a una capacidad pequeña para la titánica tarea que tiene el James Webb y a que cualquier dato científico que recopile durante su vida útil deberá almacenarse a bordo, porque la nave espacial no mantiene contacto con la Tierra las 24 horas del día, 68 GB son suficientes.
En comparación con Hubble, que todavía está activo y genera de 1 a 2 gigabytes de datos por día, JWST puede producir hasta 57 GB cada día (aunque esa cantidad depende de las observaciones programadas). De tal manera que el almacenamiento integrado es suficiente para recopilar datos durante aproximadamente 24 horas antes de que se quede sin espacio.
Y antes de que eso ocurra, el JWST tendrá oportunidades programadas para transmitir esos datos a la Tierra a través de la Deep Space Network (DSN), la red del espacio profundo, que consiste en tres complejos de antenas ubicados en Canberra, Australia; Madrid, España; y Barstow, California. Un recurso que comparte con otras misiones espaciales, como los róvers y orbitadores que tiene la Nasa en Marte, por lo que el tiempo para enviar la información a la Tierra es limitado.
Además, para evitar que se borre la información antes de su descarga los canales de comunicaciones del observatorio espacial usan un protocolo especial de corrección de errores, como el que se usa en DVD y discos Blu-ray, según IEEE Spectrum, para asegurarse de que solo eliminará los archivos originales en su pequeño almacenamiento integrado una vez se confirma que el equipo en la Tierra lo ha recibido.
Fuente: eltiempo.com