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Investigadores suizos crean tejido mamario en laboratorio para desvelar los secretos de la lactancia

Investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zúrich han desarrollado un modelo de tejido mamario en el laboratorio a partir de células de leche materna humana. Este avance busca profundizar en el comprensión de un proceso biológico que ha sido poco investigado: la producción de leche materna. La investigación es liderada por Marcy Zenobi-Wong, profesora de Ingeniería de Tejidos y Biofabricación.

La leche materna humana está adaptada de manera única para satisfacer las necesidades nutricionales de los recién nacidos. Sin embargo, aún se conoce muy poco sobre cómo se produce en el seno. El equipo de Zenobi-Wong ha creado réplicas diminutas del tejido mamario lactante, aislando células que se encuentran naturalmente en la leche materna. Durante la lactancia, algunas de las células del tejido mamario y las lactocitos, que son las células encargadas de producir leche, se transfieren a la leche.

Un modelo impreso con luz

El núcleo de este proyecto de investigación es un innovador modelo de tejido producido mediante un proceso especial de impresión por luz. Este método de bioprinting volumétrico utiliza un haz de láser que se proyecta en un líquido desde varios ángulos. El líquido se solidifica de manera precisa en los puntos donde la dosis de luz se acumula, dando lugar en cuestión de segundos a pequeñas estructuras similares a los conductos mamarios y alvéolos donde se genera la leche. El material utilizado proviene de tejido de ubres bovinas y contiene componentes similares a los del tejido mamario humano.

Los investigadores poblaban estos mini conductos lácteos con células extraídas directamente de la leche materna. Estas células epiteliales mamarias formaron una capa densa en la pared interna de los conductos. Como demostraron los investigadores, esto resultó en tejido funcional, ya que las células comenzaron a producir componentes típicos de la leche, como la β-caseína y glóbulos de grasa láctea.

A pesar de los avances, Zenobi-Wong y su equipo subrayan que aún no están produciendo leche materna completa. «Hemos identificado los primeros componentes, pero la leche está compuesta por cientos de ellos, incluidos azúcares complejos, proteínas, lípidos, células inmunitarias y microorganismos vivos», afirma la investigadora. Amelia Hasenauer, estudiante de doctorado y primera autora del estudio publicado en la revista Science Advances, añade que su modelo de cultivo celular está diseñado para ayudar a comprender mejor el proceso de lactancia, un tema que ha sido un desafío para muchas mujeres.

Este modelo representa un avance significativo para la investigación. Permite observar y manipular células lactantes en condiciones controladas por primera vez, lo que abre un abanico de posibilidades. Además de la investigación sobre la lactancia, se podrían estudiar otros aspectos como el impacto de medicamentos y químicos en la producción de leche y modelos de cáncer de mama.

El trabajo del grupo de investigación de Zenobi-Wong es un claro ejemplo de cómo la ciencia ha descuidado ciertos procesos en el cuerpo femenino. Modelos como el nuevo tejido mamario impreso podrían cambiar esta tendencia, ya que, a diferencia de muchos otros estudios biomédicos, esta investigación no se basa en cirugías invasivas ni en experimentos con animales, sino en células que se encuentran naturalmente en la leche materna. Esto hace que la investigación sea más accesible y éticamente justificada.

Ambos investigadores esperan que su trabajo no solo aumente la visibilidad del tema de la lactancia, sino también de una serie de áreas de la salud femenina que han sido desatendidas. «Hay muchas preguntas sin respuesta, desde la endometriosis hasta la mastitis y problemas de fertilidad. Todo esto merece más atención científica», concluye Zenobi-Wong.

Fuente: larepublica.es

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