Llevando al límite la capacidad de maniobra de una misión no tripulada en otro mundo, el aterrizador InSight de la NASA en Marte intenta desbloquear el taladro emplazado en el suelo.
A principios de julio, el brazo robótico del aterrizador retiró la estructura sobre el taladro del experimento HP3, para intentar que el dispositivo, apodado ‘topo’ y atascado, se ponga en marcha.
Como parte del HP3 (Heat Flow and Physical Properties Package), este martillo automático está diseñado para excavar hasta 5 metros y tomar la temperatura de Marte. Pero el topo no ha podido cavar a más de 30 centímetros, por lo que el 28 de febrero de 2019 el equipo ordenó al instrumento que dejara de martillar para que pudieran determinar un camino hacia adelante.
Sobre la base de las pruebas de DLR (Centro Aeroespacial Alemán), que diseño el instrumento, el suelo puede no proporcionar el tipo de fricción para la que se diseñó el taladro. Sin fricción para equilibrar el retroceso del movimiento de auto martillado, el topo simplemente rebotaría en lugar de cavar.
Para tratar de colapsar el foso del agujero y facilitar la fricción necesaria, el equipo ha presionado cerca del hoyo con una pequeña pala en el extremo del brazo robótico. Así se aprecia en nuevas imágenes difundidas en la cuenta de Twitter de la misión. Sin embargo, se aprecia que es difícil hacer que el suelo ceda y se derumbe en el pozo.
Pronto, el aterrizador quedará fuera de contacto un par de semanas durante la conjunción solar, pero los técnicos en la Tierra seguirán trabajando en más alternativas para resolver el problema.
Fuente: EP