El mes pasado, el Departamento de Defensa autenticó tres videos de encuentros aéreos
Pilotos de combate de la Armada de Estados Unidos informaron sobre encuentros cercanos con vehículos aéreos no identificados, algunos de ellos fueron peligrosamente cercanos, en ocho incidentes ocurridos entre el 27 de junio de 2013 y el 13 de febrero de 2019, según documentos que acaba de divulgar la Armada.
Dos ocurrieron en un día, de acuerdo con uno de los ocho informes de seguridad de la Armada que fueron divulgados en respuesta a solicitudes que presentaron medios informativos, incluido The New York Times, conforme a la Ley de Libertad de Información.
El mes pasado, el Departamento de Defensa autenticó tres videos de encuentros aéreos que ya había publicado el Times, con declaraciones de pilotos de combate de la Armada que informaron sobre esos encuentros cercanos.
Los incidentes en los videos fueron investigados por un programa poco conocido del Pentágono que ha estudiado los informes sobre objetos voladores no identificados: el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas. En diciembre de 2017, el Times informó primero sobre la existencia de esa oficina.
Aunque ya se habían divulgado algunos de los encuentros al público, en los reportes difundidos gracias a la Ley de Libertad de Información hay registros oficiales de la Armada donde se documentan los incidentes, incluidas descripciones de lo que vieron los pilotos.
Los registros de la Armada, conocidos como “informes de riesgo”, describen avistamientos visuales y en radares, incluidos testimonios de encuentros cercanos con los vehículos aéreos o “sistemas de aeronaves no tripuladas” (UAS, por sus siglas en inglés).
Un incidente, ocurrido el 26 de marzo de 2014, sobre el océano Atlántico en la costa de Virginia Beach, Virginia, involucró a un objeto plateado “del tamaño aproximado de una maleta” que apareció en el radar cuando pasó a menos de 300 metros de uno de los aviones, según el informe.
Algunos de los incidentes involucraron a escuadrones de combate a bordo del portaaviones USS Theodore Roosevelt. El año pasado, un expiloto de aviones F/A-18 Super Hornet, el teniente Ryan Graves, describió un encuentro cercano en la costa de Virginia Beach con lo que parecía una esfera voladora que recubría un cubo, según lo relató un colega piloto y luego se informó al oficial de seguridad del escuadrón.
El 27 de junio de 2013, se documentó el incidente en un informe con pocos detalles, que mencionó que la tripulación de un avión de combate de la Armada vio que algo pasó a unos 60 metros de distancia de su lado derecho. Con una nube visible de humo que salía de la sección trasera, “la aeronave era de color blanco y tenía el tamaño y la forma de un dron o un misil aproximadamente”, de acuerdo con el informe.
Ninguna otra agencia estaba realizando vuelos de drones o lanzamientos de misiles en la zona en ese momento, según el informe. “Los vehículos aéreos no tripulados representan una amenaza significativa de colisión en pleno vuelo”, informó el oficial a cargo.
Hubo más incidentes aparte del reportado por ese escuadrón, el VFA-11 “Red Rippers” de la Estación Aérea Naval Oceana, Virginia. Los documentos muestran que los comandantes tomaron en serio los incidentes, pues advirtieron de la probabilidad de una colisión en pleno vuelo.
Los funcionarios del Departamento de Defensa no describen los objetos como extraterrestres y los expertos enfatizan que, por lo general, se pueden encontrar explicaciones mundanas para ese tipo de incidentes. Incluso la falta de una plausible explicación terrestre no vuelve posible una extraterrestre, según afirman los astrofísicos.
En entrevistas, cinco de los pilotos involucrados evitaron especular sobre el origen de los objetos. En sus informes, la Armada también evitó ese tipo de conjeturas.
Tres incidentes ocurrieron dentro de un espacio aéreo de uso exclusivo, es decir que ninguna otra aeronave tenía autorización para volar en la zona.
Otro reporte sobre un incidente ocurrido el 18 de noviembre de 2013 expresó alarma. “Debido a su tamaño pequeño, muchos UAS tienen una visibilidad significativamente menor y son menos claros para el radar, por lo tanto representan un riesgo importante de colisión en pleno vuelo”, mencionó el informe, donde se usó la abreviatura de los sistemas de aeronaves no tripuladas.
Menos de un mes después, un piloto a quien se le había asegurado que no había tránsito en su área detectó una señal en el radar a una altitud de 3657 metros y a menos de un kilómetro de distancia. El piloto “fue capaz de identificar un pequeño elemento visual de color blanco que regresaba al lugar donde lo detectó el radar”, según el informe.
Un reporte sobre una colisión “casi en pleno vuelo” del 26 de marzo de 2014, también en un espacio aéreo de uso exclusivo, involucró a dos aviones F/A-18E Super Hornet del escuadrón VFA-106. Uno de los pilotos se acercó e informó que había visto un pequeño objeto metálico de color plateado del tamaño de una maleta. “El piloto pasó a menos de 300 metros del objeto. No pudo identificarlo”, mencionó el informe.
El piloto le pasó la información al Centro de Vigilancia y Control del Área de Flotilla de la zona, el cual había recibido múltiples reportes de avistamientos en meses recientes. “Esto presenta un problema significativo de seguridad, debido a que esta aeronave fue detectada en un área de uso exclusivo”, aseveró el oficial a cargo. “Considero que podría ser solo una cuestión de tiempo antes de que uno de nuestros aviones F/A-18 tenga una colisión en pleno vuelo con un UAS no identificado”.
El 23 de abril de 2014, dos objetos aparecieron en el radar, sin comunicación, y otros dos objetos relativamente pequeños se observaron al mismo tiempo volando a una gran velocidad en la costa de Virginia, según otro informe. Se mencionó que los sucesos representaban “una amenaza grave para la aviación naval”.
“Tan solo es cuestión de tiempo antes de que esto origine una colisión en pleno vuelo en W-72”, señaló el informe, donde se usó la designación aeroespacial. “Fue el segundo suceso del escuadrón en los últimos diez meses”.
El caso más reciente que mostraron los documentos desclasificados por la Ley de Libertad de Información al parecer no está relacionado con un objeto volador no identificado. El 13 de febrero de 2019, cuatro aviones divisaron un globo meteorológico de color rojo a 8229 metros, cuando en teoría no debía haber ninguno en la zona. El informe concluyó que se trataba de un “globo meteorológico liberado sin notificación mediante los canales apropiados”.
Fuente: NYT