El gobierno indio ha aprobado una inversión de 320 millones de dólares para construir LIGO-India, un tercer detector de ondas gravitacionales que se suma a los dos ya existentes en EEUU.
Se trata de una versión casi idéntica de las instalaciones gemelas LIGO (Observatorio de ondas gravitacionales con interferómetro láser) que hicieron historia después de realizar la primera detección directa de ondas en el espacio-tiempo conocidas como ondas gravitacionales en 2015. Se esperan las primeras observaciones con esta tercera instalación para fines de la década.
LIGO-India es una colaboración entre el Laboratorio LIGO, operado por Caltech y el MIT y financiado por la Fundación Nacional de Ciencias (NSF), y el Centro Raja Ramanna de Tecnología Avanzada (RRCAT) de la India y el Instituto para la Investigación del Plasma (IPR), entre otros.
La instalación planificada, que, al igual que los observatorios LIGO en Hanford, Washington y Livingston, Luisiana, incluirá un interferómetro en forma de L con brazos de 4 kilómetros de largo, se construirá cerca de la ciudad de Aundha en el estado indio de Maharashtra.
Llenará puntos ciegos en la red global
Cuando se complete LIGO-India, se unirá a una red global de observatorios de ondas gravitacionales que incluye a Virgo en Italia y KAGRA en Japón. Con su avanzada tecnología de detección de ondas gravitacionales, LIGO-India mejorará en gran medida la capacidad de los científicos para identificar las ubicaciones en el cielo de las fuentes de ondas gravitacionales. Debido a su ubicación en la Tierra con respecto a LIGO, Virgo y KAGRA, también llenará los puntos ciegos en la red de ondas gravitacionales actual, informa Caltech.
Hasta ahora, LIGO y Virgo han detectado los ruidos masivos de docenas de colisiones entre agujeros negros. En 2017, los observatorios también detectaron una colisión entre estrellas de neutrones que enviaron no solo ondas gravitacionales, sino también un poderoso estallido de ondas de luz que abarcan el espectro electromagnético.
Debido a que los tres detectores de ondas gravitacionales (las instalaciones gemelas de LIGO y Virgo) estaban observando el cielo durante el evento de 2017, los científicos pudieron reducir la región del cielo donde ocurrió el evento. Esto resultó ser un factor crucial para guiar los telescopios basados en luz para señalar la ubicación precisa de la espectacular explosión. Las observaciones basadas en la luz llevaron al descubrimiento de que los elementos pesados, como el oro, se forjaron en la explosión cósmica.
Fuente: EP