Si el hilo natural de los gusanos de seda Bombyx mori se deshace en fibras microscópicas, y luego se reensambla, el hilo obtenido será 1,5 veces más fuerte que el original. Así lo descubrieron los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Universidad Tufts (EE. UU.). El artículo fue publicado en la revista Nature Communications.
El hilo de seda, creado por arañas y gusanos de seda atrae a los científicos por su fuerza y propiedades inusuales. Se sabe que el hilo de araña retiene su tensión no solo durante el estiramiento, sino también durante la compresión. Como en la naturaleza este material se forma solo en forma de un hilo, se han desarrollado métodos para su descomposición en componentes más pequeños y su ensamblaje en otras formas, por ejemplo, películas.
Los científicos disolvieron parcialmente el hilo en Hexafluoro-2-propanol, como resultado el hilo se separó en fragmentos de cientos y miles de micrómetros de longitud y 5-10 micrómetros de diámetro. De este modo, obtuvieron una mezcla viscosa con una textura similar a la formada por los gusanos de seda.
Esta mezcla fluye como un líquido, pero aún conserva parcialmente la orientación de las partículas como los cristales. Los científicos usaron esta propiedad para crear hilos artificiales usando una jeringa simple, extrayendo un hilo de la misma. Pudieron obtener hilos de hasta varias decenas de metros. Examinando el hilo resultante usando espectroscopía infrarroja por Transformadas de Fourier (FTIR), descubrieron que una gran parte del filamento se compone de ß-hojas, que unen varias microfibras, y su porcentaje corresponde, aproximadamente, al del hilo natural. Las pruebas mecánicas del hilo demostraron que tiene un módulo de Young (módulo de elasticidad longitudinal) de 11 ± 4 gigapascales, mientras que el hilo de seda natural del B. mori tiene aproximadamente 7 gigapascales.
Fuente: MIT