Un soldado estadounidense resultó gravemente herido el miércoles tras caer casi 20 metros en uno de los volcanes más activos de la Tierra.
Equipos de emergencia rescataron este miércoles a un joven de 32 años que estaba observando la caldera del volcán Kilauea, en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, desde una barandilla de metal.
Testigos aseguran que hubo un derrumbe en donde estaba parada la víctima, lo que hizo que cayera por el precipicio de unos 90 metros de profundidad en total.
Aterrizó en una cornisa, lo cual evitó que cayera más abajo en la caldera volcánica.
El joven, cuya identidad no fue revelada, era un visitante del parque que se detuvo en el mirador Steaming Bluff alrededor de las 18:30 hora local del miércoles.
Más de tres horas después, el hombre fue encontrado con vida.
«(El joven) resultó herido de gravedad (al caer) en una cornisa estrecha a unos 70 pies (21 metros) desde el borde del acantilado», dijeron los guardabosques en un comunicado.
«El personal de rescate completó con éxito una extracción de alto ángulo utilizando cuerdas y una camilla y, con el apoyo de un helicóptero del Departamento de Defensa, el hombre fue trasladado vía aérea al Centro Médico Hilo para recibir atención urgente».
Este jueves, la condición del hombre pasó de grave a estable.
El jefe de los guardabosques, John Broward, advirtió que los visitantes nunca deben cruzar las barreras de seguridad, «especialmente alrededor de bordes de acantilados peligrosos y desestabilizados».
El volcán Kilauea entró erupción el año pasado, lo que destruyó unas 700 casas en una zona de 22 kilómetros cuadrados.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dice que el Kilauea «se encuentra entre los volcanes más activos del mundo» e incluso puede ser el número uno de la lista.
El coloso ha estado en un estado de erupción casi constante desde 1983, y la última muerte en el parque se registró en octubre de 2017.
Fuente: BBC