Al interior de la cripta maya de Toniná, arqueólogos mexicanos encontraron 400 urnas con los restos de gobernantes ilustres del antiguo reino de Po’p
Hace 2,500 años, un mausoleo monumental se construyó en la ciudad maya de Toniná. En el actual estado de Chiapas, al sureste de México, el espacio se destinó para el descanso final de cientos de gobernantes y miembros de la élite en el poder de la civilización. De acuerdo con los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la estructura cumplió una doble función: como templo del Sol y como cripta maya.
El equipo de investigación asegura que, durante el Periodo Clásico (500-687 d.C.), Toniná rivalizó con Palenque a nivel político, religioso y cultural. Por ello, las dimensiones de la cripta maya en la ciudad fueran monumentales: se tiene registro de al menos 8 metros de profundidad. Al interior, los investigadores identificaron una estancia que denominaron como la ‘Antesala al Inframundo’. Esto fue lo que encontraron en el recinto.
En la Antesala al Inframundo
Pocas veces se encuentran espacios funerarios mayas tan nutridos. Al interior del Templo del Sol, en Toniná, los arqueólogos del INAH se encontraron una antigua cripta maya con diversos elementos. De acuerdo con un comunicado de la institución, “había más de 400 vasijas con cenizas humanas y restos de carbón, goma y raíces”.
Se piensa que los restos pertenecieron a gobernantes maya del antiguo reino de Po’p, que floreció durante el Periodo Clásico. El equipo comparó los retos en las urnas con los testimonios escritos que existen del sitio. Lo más probable, explican los científicos, es que las cenizas fueran utilizadas para elaborar bolas de hule, usadas en el rito del Juego de Pelota, según escriben los especialistas:
“[Es probable que] sus restos hayan servido para elaborar bolas de hule usadas en la cancha del juego de pelota, espacio simbólico del camino eclíptico del cielo, por donde transitan y se enfrentan los astros, espacio de guerra y muerte, de espectáculo y poder”.
El arqueólogo mexicano Juan Yadeun Angulo fue quien propuso originalmente esta teoría, en 2020, cuando el sitio empezó a estudiarse. Como responsable de la investigación y conservación del sitio desde hace más de 4 décadas, el investigador encabeza los esfuerzos de investigación en la ‘Antesala al Inframundo’.
Un espacio para sacerdotes y gobernantes
Los investigadores del INAH describen la cripta maya encontrada en Toniná como un ‘laberinto’. Con bóvedas y cuartos conectados por escalinatas, el espacio culmina en dos habitaciones: una antecámara y una cripta al interior de la pirámide. Se piensa que el espacio se construyó alrededor de los siglos VII y VIII, antes de que el espacio se convirtiera en un Templo al Sol.
En la cripta, el equipo de Yadeun Angulo encontró ‘habitáculos reducidos’, en donde estaban las urnas con cenizas humanas. Al analizarlas bajo el microscopio, confirmaron que estas piezas monocromas eran para personas específicas. Posiblemente, escriben los autores del estudio, eran sacerdotes y políticos de alto rango.
En otro espacio del Templo al Sol —igualmente ‘laberíntico’—, los investigadores encontraron una tumba más grande. Aproximadamente, de 50 x 50 centímetros. Con todo lo anterior, “tales descubrimientos en Toniná brindan una idea más acertada de lo interesante y compleja que era la religión maya, dentro de la cosmovisión mesoamericana”, concluye Yadeun Angulo.
Fuente: ngenespanol.com