Año 1998, un grupo de niños en Texas jugaba al baloncesto. Ese día encontraron a pocos metros los restos de un antiguo meteorito que se estrelló contra la Tierra. Un grupo de investigadores ha encontrado algo insólito. Por primera vez, un meteorito contiene los ingredientes potenciales para impulsar la vida.
Además de Texas, otros restos también aterrizaron en Marruecos. Se trataba de rocas espaciales de 4.500 millones de años conocidas como Monahans y Zag, y resulta que tras el análisis químico exhaustivo de los dos meteoritos, contenían agua líquida y una gran cantidad de compuestos orgánicos como aminoácidos.
El documento, publicado en Science Advances, marca la primera vez que los científicos han encontrado compuestos orgánicos en muestras extraterrestres que aún contienen agua líquida. Esto es significativo, ya que el agua y la materia orgánica son los ingredientes clave para la vida tal como la conocemos, y el documento sugiere que pudieron haberse difundido en mundos primitivos en el antiguo sistema solar.
Las rocas se habían conservado en el Centro Espacial Johnson de la NASA, y los fragmentos se separaron cuidadosamente y luego se probaron con una línea de rayos X y un microscopio, así como otros experimentos químicos. Junto con las trazas de agua líquida, las pruebas detectaron la presencia de materia orgánica como carbono, oxígeno y nitrógeno, y compuestos más complejos como hidrocarburos y aminoácidos. Según Queenie Chan, autora principal del estudio:
Esta es realmente la primera vez que hemos encontrado abundante materia orgánica también asociada con agua líquida, que es realmente crucial para el origen de la vida y el origen de compuestos orgánicos complejos en el espacio. Estamos viendo los ingredientes orgánicos que pueden conducir al origen de la vida.
Una vez obtenida esta información, los investigadores examinaron la evidencia para reconstruir las posibles historias de los meteoritos y cómo pudieron haber recogido sus cargas orgánicas. Como la mayoría de las rocas espaciales, los dos habrían sido restos de la formación del Sistema Solar, pero su química era más compleja que la mayoría.
Por esta razón, los investigadores han teorizado que los cristales podrían haber sido depositados en las rocas por trozos de hielo y agua disparando al espacio, como los vistos en la luna de Saturno, Encelado, o de los antiguos océanos en Ceres:
Revelamos que la materia orgánica era algo similar a la encontrada en los meteoritos primitivos, pero contenía más química que oxígeno. En combinación con otras pruebas, los resultados respaldan la idea de que la materia orgánica se originó a partir de un organismo matriz rico en agua o previamente rico en agua: un mundo oceánico en el sistema solar primitivo, posiblemente Ceres.
Aunque no deja de ser una teoría, a partir de ese punto es posible que las biomoléculas, o incluso la vida microscópica, puedan quedar atrapadas en los cristales de sal y ser transportadas por el cosmos. Las colisiones entre los asteroides podrían propagar los compuestos orgánicos, y los impactos eventuales con planetas como la Tierra podrían iniciar la evolución de una vida más compleja.
De ser así, sería un hallazgo insólito, ya que confirmaría que el origen de la vida es realmente posible en otros lugares. Se abre la remota posibilidad a un antiguo mundo salobre de los comienzos del Sistema Solar.
Fuente: Science Advances